Garantizar su acceso universal

Exigen revertir “descontrol” en escasez de agua

Informe de la ONU prevé que problema se duplique en dos décadas; instan a actuar ante el “riesgo” global

Manifestantes en América Latina se unen al llamado global para garantizar el acceso al recurso vital. Foto: AP

Al advertir que el mundo está en un momento crucial ante la escasez de agua, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) urgió a planear y reforzar acciones conjuntas para proteger este líquido y garantizar su acceso universal.

Tras la difusión de un nuevo informe que anticipa un “riesgo inminente”, el secretario del organismo, António Guterres, exhortó al mundo a actuar de inmediato para encontrar soluciones comunitarias, pues dijo que ante esta alerta se requiere una mayor participación para que todas las naciones tengan acceso a un recurso que debe verse como lo que es un bien común y no una mercancía.

En tanto, la directora del sector Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO), Audrey Azolay, afirmó que al igual que en el cambio climático se acaba el tiempo para resolver este problema, de lo contrario habrá una “crisis de descontrol”.

Según estimaciones de recursos hídricos en las próximas dos décadas se duplicará la falta del recurso vital, debido a la falta de mecanismos para compartirla equitativamente y la negativa a diseñar acciones comunitarias, pues datos actuales señalan que habrá hasta dos millones 400 mil personas sin agua para 2050 en medio de sequías extremas y condiciones climáticas más severas que golpean directamente a sectores agrícolas y las cadenas alimenticias.

Y es que, pese a los problemas, no hay soluciones, pues la nula cooperación sólo aumenta la demanda de consumo, mientras otros sectores siguen contaminando el agua, por lo que expertos instaron a acercarse a sectores indígenas y comunidades locales para conocer mecanismos de reparto, ahorro y saneamiento.

Además, a casi 20 años de este escenario fatalista el mundo ya registra anualmente hasta 1.4 millones de fallecimientos ante un servicio inadecuado, ya que en poblaciones vulnerables la toman, pese a que ésta no es apta para consumo humano, agravando problemas de salud ante brotes de enfermedades como cólera, mientras dos mil millones carecen de este insumo potable.