Tras varios días con dificultad para respirar el Papa Francisco fue hospitalizado por una “infección” y se alejará de sus actividades, pues requiere atención oportuna, a sólo cuatro días de la Semana Santa, el periodo más importante del año para la Iglesia católica.
Cuando alistan los preparativos para la misa del Domingo de Ramos, en Italia se levantaron las alertas, pues el diario Corriere della Sera reveló que el Pontífice fue trasladado en ambulancia al Hospital Gemelli de Roma por un dolor en el pecho, pues su enfermero personal, Ma-ssimiliano Strappetti, recomendó llevarlo al cardiólogo después de su audiencia matutina en la que envió condolencias a deudos de las víctimas del tiroteo en
Nashville, Estados Unidos, y dedicó oraciones por la muerte de decenas de migrantes tras un polémico incendio en México y por el fin de la guerra en Ucrania.
Fuentes médicas adelantaron un cuadro de fatiga tras reportes de un problema cardiaco a días de que Jorge Bergoglio cumplió 10 años como jerarca católico, periodo en el que recientemente despidió al Papa emérito Benedicto XVI, quien falleció el pasado 31 de diciembre.
Ante la especulación por la condición del obispo de Roma, de 86 años, el Vaticano atajó los rumores al informar en un escueto comunicado que sólo eran estudios de rutina programados, pues Francisco I se mantiene bajo revisiones por problemas que lo aquejan hace meses.
Horas después y ante la expectación mundial sobre la salud de quien el año pasado fue sometido a una cirugía —en la que se le extirpó parte del colon— la Santa Sede confirmó que se quedaría internado en el décimo piso del policlínica.
Ahí fue diagnosticado con una infección respiratoria, misma que agravaría su condición debido a que en su juventud perdió parte del pulmón derecho. Por ello, trasladaron hasta su habitación la máquina de gasometría arterial para monitorear su oxigenación, mientras medios hacen guardia afuera del inmueble a la espera de su alta médica.
Posteriormente, a través del portal Vatican News, su vocero, Matteo Bruni, descartó un contagio de Covid-19 tras pruebas médicas, como una tomografía computarizada, luego de cancelar una entrevista pactada con un canal local.
Además, la Santa Sede externó que el Papa estaba enterado de la preocupación por él y agradeció las oraciones y se dijo “conmovido por los numerosos mensajes recibidos y expresa su gratitud por la cercanía y oraciones”, en referencia al revuelo en Italia y en el mundo, pues decenas de periódicos y canales de televisión reportaron su hospitalización sorpresiva.
Finalmente, el Vaticano suspendió sus actividades de hoy y mañana para cuidarlo en la víspera de la misa con la que inicia la Semana Santa, por la que miles acuden cada año a la Plaza de San Pedro.
Y es que la última hospitalización de Francisco I se extendió 11 días en Roma, y en entrevistas recientes reconoció que por su edad tiene más problemas de salud como una molestia en la rodilla, por la que ha aparecido públicamente en silla de ruedas o usando bastón.
Oremos por la Salud de nuestro querido Papa Francisco (…)Arquidiócesis de México, Comunicado
Virgen de Guadalupe sostenlo en tus amorosos brazos y cúbrelo con tu manto...
Incluso, Bruni enfatizó que se ajustó su agenda por precaución, lo que implica también un descanso para llegar más fuerte a una de las semanas más agotadoras para el Pontífice por los días santos.
Tras los hechos, medios compartieron videos y fotografías de momentos en los que presuntamente se le ve agotado o débil durante la audiencia de ayer.
En tanto, líderes y población externaron plegarias por su pronta recuperación. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó a orar tras enterarse de su condición, voz a la que se sumaron religiosos y Arquidiócesis como en México, que convocó a rezar por su salud.