En respuesta a la reiterada injerencia del Colombia, Perú ordenó el “retiro definitivo” de su embajador, Félix Ricardo Américo Antonio Denegri Boza, de esa nación en franco rechazo a las ofensas del presidente Gustavo Petro.
Sin declarar un rompimiento oficial al aludir que esa relación ya sólo queda “a nivel de encargado de negocios”, la mandataria andina, Dina Boluarte, determinó la salida inmediata de su representante diplomático a más de tres meses de los constantes choques por la postura del gobierno aliado en torno al arresto del exlíder Pedro Castillo, quien fue destituido por el fallido golpe de Estado de diciembre pasado.
Apenas el fin de semana su homólogo criticó que Castillo Terrones no asistiera a la XXVIII Cumbre pero “lo sacaron”, en alusión a la administración actual, diferendo que recuerda a una disputa que la Cancillería tuvo con México y que derivó en la expulsión del representante azteca, quien pretendía ayudar a Castillo y a su familia a salir de país.
Al respecto, la Cancillería de Lima recalcó en un comunicado que no permitirán que un gobierno ajeno interfiera en sus decisiones al tachar de “injerencistas y ofensivas” las declaraciones de Petro, a quien responsabilizaron de deteriorar una relación de más de 200 años, misma que en vez de distanciar debía fortalecer como aliados latinoamericanos.
Y enfatizó que se hizo saber tal inconformidad a Colombia, pero ese país mantuvo su postura al replicar conductas agresivas, lo que provocó una escalada de cruces que derivó en esta decisión, pues Perú consideró que no hay condiciones para mantener a su representación diplomática allá.
Sin embargo, se dijo dispuesto a retomar este lazo al señalar que aún es posible retomar el rumbo en la relación bilateral, siempre y cuando Colombia cambié su postura injerencista, al recordar que, a través, de medios de comunicación y redes sociales, el colombiano aboga insistentemente por quien fuera su homólogo al acusar que fue presionado hasta que orilló al país a una severa crisis político-social.
Esta acción se suma a la declaración de persona non grata a Gustavo Petro por parte del Congreso hace más de un mes, esto en repudio a los dichos de éste en contra de la nación andina.