¿Quién escucha a los niños? ¿Quién se da cuenta de que tienen voz, de que sus derechos se ven vulnerados por la inseguridad, por las guerras, por las violencias que se presentan ante ellos en mil y un formas?
En Ucrania, las autoridades ordenaron que se evacuaran a más de 120 niños y niñas de varias localidades ubicadas en Donetsk, luego de recibir críticas por las condiciones de seguridad en las que tienen a este centenar de menores que también están viviendo una guerra que no pidieron vivir.
'La situación continúa siendo crítica'
Las autoridades del Ministerio Ucraniano de Reintegración, solicitaron que 126 niños fueran evacuados de 21 localidades de la región de Donetsk, en donde "la situación de seguridad continúa siendo crítica".
Informaron, entonces, que la evacuación de estos niños y niñas será realizada por cinco patrullas de la policía ucraniana, conocidos como "Ángeles Blancos" y que ninguno de los niños puede ser evacuado si no va acompañado de, al menos, uno de los padres o un representante legal.
Desde el 7 de marzo pasado, se aprobó en Ucrania una disposición que permite se evacúen de manera obligatoria, a los niños y niñas que continúan en zonas que están muy afectadas por el conflicto.
Menores ucranianos deportados a la Federación Rusa
El gobierno encabezado por Zelensky, documentó -al momento- los casos de 20 mil niños ucranianos habitantes de territorios del país controlados por Moscú, los cuales han sido deportados a la Federación Rusa o que fueron separados de sus familias por las autoridades ocupantes.
Reportan que varios de estos niños fueron dados en adopción a padres rusos, quienes están presuntamente amenazados por asumir la tutela de estos menores de manera ilegal. "Una vez más, recuerdo a todos los así llamados 'adoptivos' y 'tutores' rusos: tarde o temprano tendrá que asumir su responsabilidad por esto", indicó la viceprimera ministra ucraniana Iryna Vereshchuk en su cuenta de Telegram.
Los niños y niñas, de nueva cuenta, sufriendo violencias a causa de una guerra que ellos no pidieron nunca iniciar.
