El intento de tregua en Sudán duró apenas unas horas y de inmediato se reactivaron los combates entre el ejército y las milicias que buscan el control de la nación mientras suman 59 decesos.
Personal del Movimiento Media Luna Roja (Cruz Roja local) confirmó que, pese a los choques, decenas de personas, entre ellas varios estudiantes, abandonaron en grupos la zona en conflicto por un lapso de hasta tres horas con lo que hasta mil 200 ciudadanos evacuaron la región en riesgo con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un día después del estallido social.
Sin embargo, la mediación fracasó y ambos bandos reanudaron las hostilidades aumentando la cifra de víctimas al atacar con vehículos blindados y aviones de guerra, de acuerdo con agencias, que contabilizan unos 600 heridos, pero no se da a basto en los hospitales.
Entre las víctimas letales destacan al menos tres integrantes del Programa Mundial de Alimentos.
Se dijo que éstos quedaron atrapados en el choque, pues las balas alcanzaron la sede de las Naciones Unidas en Darfur del Norte que también fue blanco de saqueos, de acuerdo con el representante de la ONU en la región, Volker Perthes, quien urgió a recuperar la paz. Por separado, el líder del organismo, António Guterres, advirtió que los culpables de la muerte de sus colaboradores rendirán cuentas “ante la justicia”, al tiempo que buscan crear corredores, pero Fuerzas Armadas advirtieron que no habrá acuerdos si los rebeldes atacan a esos grupos.
Tras nuevos ataques, el ejército local aseveró que la situación va a la baja al detallar que han tomado el control de gran parte de la nación; sin embargo, admitieron que los rivales podrían prepararse para perpetrar nuevos ataques contra cuarteles militares y hasta los aeropuertos, pues en zonas como Jartum la situación sigue muy caliente y volátil y los enemigos buscan evitar que llegue ayuda del exterior.
