El gobierno estadounidense arrestó a dos y denunció a más de 30 personas vinculadas con una estación secreta de Policía con la que China ubicaba y acosaba a disidentes en Nueva York.
Personal del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) expuso la vigilancia en su territorio desde oficinas en el barrio chino de Manhattan, donde presuntamente fingían ayudar a connacionales en trámites, pero obtenían datos sobre disidentes.
Tras identificar este lugar, las autoridades capturaron a dos sujetos identificados como Lu Jianwang y Chen Jinping; éstos asediaban a quienes cuestionaban la falta de democracia en línea, principalmente a través de “granjas de trolls”, mismas que operaban con apoyo del Ministerio de Seguridad de la potencia oriental.
Sin embargo, no se detalló si el régimen de Xi Jinping estaba involucrado directamente en estas actividades.
Pero autoridades repudiaron esta vigilancia al denunciar que si Beijing descubriera un hecho similar, pero del rival, de inmediato lo denunciaría.
“Sería impensable”, enfatizó, el fiscal Breon Peace al condenar la presunta persecución contra disidentes del régimen.
Destaca que el hallazgo ocurrió mientras Washington y Beijing pelean por amenazas contra Taiwán y tras hallar globos espías de Oriente.
En la primera disputa el primero prometió defender a la isla, mientras China reanudó labores de intimidación al enviar buques de vigilancia hacia el territorio que intenta recuperar. Horas después se reveló que esa zona ya adquirió hasta 400 misiles como protección.