Un pastor alentó a decenas de seguidores en Kenia a dejar de comer como sacrificio para tener un encuentro con Jesucristo por el que decenas de personas han muerto y presuntamente asesinaron a sus hijos para lograr este acto.
Autoridades de la región de Kilifi confirmaron que en los últimos días hallaron fosas clandestinas y ya han exhumado hasta 47 cadáveres, en su mayoría niños.
Secta les pidió hacer ayuno prolongado
De acuerdo con los primeros informes la población falleció a conciencia, pues su objetivo era morir de hambre al iniciar un ayuno prolongado para alcanzar el cielo y así conocer a Jesucristo, según lo que les prometió su líder Paul Mackenzie Nthenge, quien presuntamente encabeza una secta llamada Good Tres International Church.
Dicha información fue obtenida en testimonios de sobrevivientes rescatados la semana pasada en presuntas tierras del líder religioso; éstos admitieron que su intención de morir para tener el ansiado encuentro divino.
Tras conocer esos planes, autoridades ampliaron la zona de búsqueda en las inmediaciones de donde fueron hallados casi agonizando lo que derivó en el hallazgo de fosas donde en tres días ya recuperaron casi 50 cadáveres, zona que declararon escena del crimen.
Menores fueron forzados a no comer
Se presume que los adultos lo hicieron de manera voluntaria y éstos habrían forzado a sus hijos al mismo destino al dejar de darles de comer.
Ante esta situación, la Policía local solicitó la retención de Mackenzie, quien desde el pasado viernes no ha aceptado ninguna comida, y se reveló que ya fue detenido dos ocasiones previas por su presunta relación con otras muertes, una en 2019 y la más reciente apenas hace un mes.
No obstante, no se ha adelantado qué delitos le imputarán en relación a esta matanza o suicidio colectivo que recuerda a un hecho similar en Guyana donde hasta 900 personas fallecieron al ingerir voluntariamente cianuro por creencias religiosas.
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DAN