Al menos nueve naciones activaron operativos aéreos para evacuar a sus diplomáticos o a connacionales que llevan más de una semana atrapados entre los combates en Sudán, en medio de bloqueos en las comunicaciones, tanto líneas telefónicas como Internet.
Ocho días y cuatro intentos de tregua tardaron gobiernos del mundo para enviar a sus Fuerzas Aéreas a recuperar a quienes se encuentran en peligro en territorio africano a causa de los combates entre el ejército sudanés y los grupos paramilitares rebeldes que se oponen a un gobierno civil.
El primero en implementar una estrategia por sus residentes fue Estados Unidos. A unos días del ataque contra su convoy diplomático el gobierno de Joe Biden mandó un avión y helicópteros para salvar a víctimas en la zona caliente en donde suman 420 muertos y casi cuatro mil heridos, de acuerdo con el último reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS); incluso, se reportó que dicha nación trajo de vuelta al continente a residentes también de Canadá, país del norte, aunque dicha región no confirmó esas versiones.
A esta potencia que calificó como un éxito su plan, pues “pudimos entrar y salir sin problemas”, según el teniente de operaciones del Estado Mayor Conjunto, Douglas Sims, se sumaron otras que, desde el fin de semana, alistaron lo necesario para ir en busca de sobrevivientes y posiblemente heridos, lo que recuerda la oleada de aviones que fue hace casi dos años a Afganistán ante el retiro de las tropas extranjeras.
Aunque esta vez fue a menor escala, Gran Bretaña, Francia, Alemania, España, Países Bajos y Bélgica desplegaron por separado a numerosos equipos directo a Jartum, la capital en riesgo, para recoger y trasladar en cuestión de minutos a su personal y ciudadanos a los que ya habían citado y llevaron a zonas libres como Jordania, Etiopía y Djibouti, con la intención de retornar por más víctimas, pues éstas llevan más de una semana sin poder salir ni siquiera por suministros al igual que sudaneses temerosos ante el miedo de ser alcanzados por el fuego cruzado tanto cerca de los cuarteles militares y aeropuertos como de zonas residenciales y hospitales.
A dichas acciones se sumaron Arabia Saudita y Egipto, mientras en algunas zonas de la región se seguían registrando disparos y explosiones que provocaron nuevamente columnas de humo.
Incluso se reportó que al menos tres delegaciones resultaron afectadas, pues una persona francesa salió herida, según Le Monde, acto que se repitió con un diplomático egipcio, pues se dijo que sufrió una lesión. Por separado, se reportó que presuntos rebeldes de las Fuerzas de Apoyo Rápido saquearon un convoy qatarí, de acuerdo con Reuters.
En tanto, otros gobiernos esperan completar las acciones previstas para desplegar a sus fuerzas como el caso de Grecia, Italia, India, Libia, Líbano y Corea del Sur, según reportes globales. Y es que reconocen que no hay garantías de que la violencia acabe pronto, pese a la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El gobierno italiano apuntó que está listo, pero deben evaluar la seguridad para no poner en riesgo en el regreso.
Lamentablemente, los sudaneses permanecen en el territorio, pues no pudieron abordar aviones destinados a extranjeros. Éstos recriminaron que mientras en su país las fuerzas de seguridad son las que ponen en riesgo a la población, los otros ejércitos rescatan gente.
No obstante, algunas naciones y organizaciones ofrecieron enviar ayuda sin especificar si será para evacuar a locales.
En tanto, miles más avanzan a pie o en carretera con sus propios recursos hasta las fronteras; sin una cifra exacta se reportó que miles en Sudán escaparon sin lesiones desde el pasado 15 de abril.