Sudán cumplió 11 días de fuertes combates entre bandos rivales en medio de intentos de treguas y evacuaciones de extranjeros y ciudadanos extranjeros que están atrapados en la zona.
La región africana estalló en caos desde el pasado 15 de abril luego de choques entre facciones armadas en torno al regreso de gobierno civil al poder luego de uno militar, a un año del último intento de golpe de Estado como la mayor crisis desde que estos grupos derrocaron a Omar Hasán Ahmad al Bashir, lo que hace temer una guerra civil, mientas suman miles de víctimas entre muertos y heridos.
¿Cómo comenzó el conflicto en Sudán?
Las negociaciones por la transición democrática en la nación africana llegaron a un punto para los rebeldes, en medio de una severa crisis por el aumento de desplazados debido a la falta de agua y electricidad y el encarecimiento de la comida y mientras los principales líderes chocan sobre el futuro del Poder.
Ante esta situación, integrantes de las Fuerzas de Apoyo Rápido —paramilitares independientes— intentaron tomar cuarteles militares y hasta el aeropuerto de la capital Jartum en busca de imponer sus condiciones del nuevo gobierno, pues no apoyarán una administración civil, aunque organizaciones admitieron que no hay claridad de qué sector inició los ataques.
De acuerdo con agencias, esta facción militar reprochó el intento de transición pactada para para el 2023, a unos años de la salida de al Bashir y la fallida gestión que lo sucedió, y ésta vez tomaron un rumbo diferente al ejército de la tercera nación más grande en el continente.
Y es que más allá de la forma de gobierno éstos rechazan integrantes a un mando civil, a unos meses de que grupos negociaran la unificación de todas las fuerzas en el Ejército, comandado actualmente por el general Abdel Fatah al Burhan, pero en las que aún hay gente de Al-Bashir.
En tanto, las Fuerzas Armadas intentan controlar a todas las facciones creadas en el país, pues muchas de éstas han sido señaladas por perpetrar matanzas; mientras que los disidentes buscan más apoyo al liberar a cientos de presos para sumarlos a su lucha a más de 70 años de la independencia de Sudán.
Fallan acuerdos e intentos de tregua
Varios intentos de tregua han fracasado en poco más de una semana, pues aunque bandos contrarios acordaron un cese el fuego persisten los combates, principalmente en Jartum y Darfur.
Desde el fin de semana organizaciones promovieron acuerdos para facilitar la salida de personas atrapadas entre el fuego cruzado y, pese a la resistencia, ambos bandos aceptaron algunos pactos por hasta 24 horas; no obstante, algunos de éstos sólo permanecieron activo por dos horas o escasos minutos, pues los rivales se acusaron mutuamente de romper los acuerdos y reanudar los ataques a disparos y contra proyectiles, por lo que los intentos de corredores humanitarios no prosperaron.
Pero en el día 10 de los ataques el gobierno estadounidense confirmó que entre las “intensas negociaciones” los rebeldes y Fuerzas Armadas legítimas acordaron una tregua de tres días que comenzó el primer minuto de este martes, pero ciudadanos y organizaciones reportaron que ya se han escuchado nuevas explosiones luego de varios días de ataques aéreos.
Al respecto, decenas de gobiernos han confirmado la salida de su personal de las embajadas, sus familias y connacionales entre ellos Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Países Bajos, Arabia Saudita y China, entre otros.
Suman 459 muertos
El último balance en medio de una tregua de 72 horas da cuenta de 459 personas muertas, en su mayoría civiles, desde que estalló el conflicto que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió puede escalar catastróficamente y alcanzar a otros territorios, pues se confirmó que países vecinos enviaron apoyo a los disidentes.
De acuerdo con personal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este periodo de combates también se contabilizan más de cuatro mil heridos.
Entre las víctimas hay personas extranjeras, pues esta semana la embajada de Egipto confirmó la baja de un representante en Sudán durante las evacuaciones, mientras que otras delegaciones como Estados Unidos y Francia denunciaron ataques contra sus convoyes.
Además, debido a la situación crítica hasta 70 por ciento de los hospitales de la zona dejaron de brindar servicio por temor a quedar atrapados entre los cruces y el riesgo de ser tomados como rehenes. Incluso, la ONU reportó que al menos 14 centros sanitarios fueron alcanzados por los intensos choques armados y esta semana los rebeldes tomaron las instalaciones de un laboratorio, lo que levanta las alertas por riesgos sanitarios biológicos por el mal manejo del material almacenado en la zona.
DAN