Luego de revelar que combatientes en Sudán se apoderaron de un laboratorio en Jartum, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó las alertas al confirmar que éstos sustrajeron varios virus del lugar.
A casi dos semanas de que estallara el conflicto por el rechazo de los paramilitares ante el retorno de un gobierno civil, expertos del organismo sanitario señalaron que se detectó una extracción ilegal de patógenos, a los que pudieron estar expuestos tantos los combatientes que irrumpieron en el lugar como los técnicos que fueron retenidos durante este robo.
Por ello, la OMS en esa nación se declaró en alerta y expertos ya rastrean los patógenos que se encontraban almacenadas en dicho punto para evitar una crisis sanitaria.
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Al respecto, el director de Incidentes del organismo, Oliver Leopoland, admitió que entre el material hurtado hay muestras de COVID-19, sarampión, tuberculosis, cólera y poliomelitis, por lo que gobiernos solicitaron a los combatientes no escalar en conflicto con un riesgo sanitario, pues dichos virus no deben ser usados como armas.
Y apuntaron que la principal preocupación es la salud y el bienestar de la población, especialmente cuando casi 70 por ciento de los hospitales dejaron de operar debido a la inseguridad, pues persisten los choques entre las Fuerzas Armadas y grupos paramilitares, pese a la tregua de 72 horas impulsada por Estados Unidos y Arabia Saudita, que concluye a medianoche.
En tanto, grupos humanitarios advirtieron que la situación sigue escalando y arrastrará a la nación a una severa devastación, por lo que gobiernos exhortaron a su población a buscar la salida, pues no hay seguridad de que continúen las evacuaciones, aunque varias naciones ya promueven otra tregua de 72 horas para facilitar la salida de extranjeros y residentes, así como enviar ayuda humanitaria.
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