El mexicano Francisco Oropesa, de 38 años de edad, acusado de matar a cinco de sus vecinos en el estado de Texas después de ser confrontado por hacer demasiado ruido con su rifle de asalto en su jardín, ya había sido deportado cuatro veces desde 2009.
Así lo informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, al señalar que Oropesa fue deportado en marzo de 2009, después de que un juez de migración ordenó su expulsión.
En un comunicado, el ICE indicó que el sospechoso fue detenido y deportado también en septiembre de 2009, enero de 2012 y julio de 2016.
"Oropesa fue condenado por conducir en estado de ebriedad en enero de 2012 en el condado de Montgomery, también en Texas, y sentenciado a prisión", indicó.
La policía no ha dado más información sobre el avance de su búsqueda; sin embargo, todo indica que el rastro se había enfriado desde ayer.
"No sabemos dónde está", dijo el domingo a periodistas el agente especial a cargo del FBI en Houston, James Smith. "En este momento, tenemos cero pistas".
El alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers, informó que oficiales van de puerta en puerta en una búsqueda que involucra a más de 250 efectivos de una docena de agencias.
Autoridades ofrecen una recompensa de 80 mil dólares por información que conduzca a la detención del sospechoso.
El presunto culpable salió de su casa el viernes por la noche y comenzó a disparar un rifle AR-15 en su jardín delantero.
Fue entonces que los vecinos de Cleveland, situado a unos 72 kilómetros al norte de Houston, le pidieron que se detuviera porque los disparos mantenían despierto a un bebé.
Aunque el alguacil dijo que la policía recuperó el arma utilizada en el tiroteo, el sospechoso podría ir armado con una pistola, por lo que se le considera peligroso.
Policías también recuperaron otras armas en la casa del agresor, así como un teléfono celular.
Wilson García, padre del bebé de un mes y sobreviviente del ataque, indicó que el agresor escapó por una ventana después de que varios disparos casi lo alcanzan.
"Le pedimos que se callara" porque el ruido estaba asustando al bebé, declaró. Sin embargo, en lugar de detenerse, el atacante irrumpió en la casa de sus vecinos con su rifle y comenzó a disparar.
Las víctimas fueron identificadas como Sonia Argentina Guzmán, de 25 años; Diana Velázquez Alvarado, 21; Julisa Molina Rivera, 31; José Jonathan Cásarez, de 18; y Daniel Enrique Laso, de 8 años. Se cree que todos residían en la casa, pero no eran miembros de una sola familia, según el FBI.
Con al menos 176 episodios en lo que va de 2023, los tiroteos se han hecho cada vez más frecuentes en Estados Unidos.
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Leo / Con información de Reuters