De cara a su coronación este sábado como monarca del Reino Unido, el rey Carlos III sorprendió a los entusiastas seguidores que comenzaron a reunirse frente al Palacio de Buckingham ayer, un día antes de la ceremonia, mientras se daban los toques finales a una ocasión que Londres no celebraba en 70 años.
La gente en la multitud gritó su nombre cuando Carlos III salió a bordo de un automóvil conducido por un chofer. Más tarde, el monarca británico se acercó a la multitud alineada detrás de una valla y agradeció a los simpatizantes por venir, estrechándoles la mano mientras se movía lentamente a lo largo de la fila.
El príncipe William, heredero al trono, y su esposa, Kate, también saludaron al público durante la caminata, hablaron con los fanáticos en el lado opuesto de The Mall, posaron para selfies y charlaron. La realeza hizo la parada después de un almuerzo que siguió al ensayo final para el servicio de coronación de Carlos III en la Abadía de Westminster.
La multitud fuera del palacio ha estado creciendo durante varios días, con visitantes de todo el mundo reunidos para presenciar la historia, mientras se corona al último monarca en una tradición que se remonta a más de mil años.
Muchos de los reunidos ya habían acampado o planeado pasar la noche con la esperanza de tener un lugar privilegiado para la procesión de este sábado y tal vez una vista del monarca recién coronado y la reina Camila, su esposa, saludando desde el balcón del palacio después de regresar de la ceremonia.
Por su parte, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, ya se encuentra en Londres para representar a su país en la coronación de Carlos III. La esposa del presidente Joe Biden se reunió con Akshata Murty, esposa del primer ministro británico, Rishi Sunak.
El presidente Biden ha sido criticado por no asistir a la coronación, sin embargo, la Casa Blanca cita el precedente de que ningún presidente de aquella nación ha asistido a la ceremonia.