38% de chilenos respaldó el intento previo

Derecha lidera en Chile nueva Constitución

Rival de Gabriel Boric logra mayoría de redactores; prevén someter a plebiscito el proyecto en este mismo año

Personal electoral, durante el recuento de los votos tras la jornada de ayer en Chile. Foto: AP

El Partido Republicano en Chile será el líder de la nueva Constitución, luego del fracaso de septiembre pasado.

Con más de 90 por ciento del escrutinio, la fuerza conservadora que abanderó a José Antonio Kast en el 2021 se impuso sobre el partido del presidente Gabriel Boric y contará con el mayor número de redactores en el segundo intento en la gestión del izquierdista por crear otra Carta Magna. El rival tendrá al menos 34 de los 50 integrantes, para realizar el plebiscito a finales de año, proceso en el que el exlíder Sebastián Piñera advirtió que la nación no tolerará otra revés.

En tanto, los aliados de Boric, Unidad para Chile, obtuvieron sólo 28 por ciento del voto, lo que podría asegurarle unos 17 lugares, aunque su círculo cercano confía en que consigan más posiciones según el total de sufragios, para evitar que los conservadores se apoderen por completo del proceso para cambiar la Constitución militar de la época del general Augusto Pinochet, en medio del reclamo social por eliminar lo que la dictadura les dejó.

Y es que destaca que el último borrador fue creado en su mayoría por líderes de izquierda y hasta independientes —que esta vez no pudieron participar—, por lo que se espera un proyecto con grandes cambios en comparación con el que no superó el referéndum a finales del año pasado; sin embargo, el presidente resaltó que en este desafío el único ganador será el pueblo, por lo que pidió dejar fuera los “intereses partidistas”.

Detrás del partido en el poder quedó Chile Seguro con casi siete puntos porcentuales menos, mientras que Todos por Chile y Partido de la Gente no tendrán representantes en este proyecto, de acuerdo con el recuento.

Además, destaca el bajo interés de la población en la materia, pues más de dos millones de electores sufragaron en blanco o anularon su decisión. Dicho sector reconoce que una nueva Carta Magna no es la solución a los problemas que más los preocupan, como la inseguridad y los bajos ingresos, en medio de la salida de la pandemia de Covid-19.