Texas redobló su agresivo plan para interceptar y repeler a migrantes en la frontera sur, ante la inminente oleada que atribuyen a la laxa respuesta del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Previo al fin del Título 42 —que facilitaba las devoluciones por la emergencia de Covid-19—, el gobernador Greg Abbott desplegó fuerzas tácticas y helicópteros Blackhawk y C-130 para evitar una escalada ante el “caos” que se avecina, como parte de la “misión” de seguridad que, sostuvo, llenará el vacío federal a causa de la política de fronteras abiertas
En conferencia desde una pista en Austin, el republicano antimigrante dijo que hará lo necesario y sin precedentes para proteger la zona y frenar a quienes ingresan ilegalmente para que Texas no se vea rebasado por quienes irrumpen.
Pues se calcula un récord histórico el próximo año con 4.7 millones de cruces ilegales, cifra similar a los arrestos de los últimos 24 meses en la frontera, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) con cuatro millones 765 mil, de los que 373 mil fueron detenidos en Texas.
Los pronósticos apuntan a que diario habrá 13 mil cruces al acabar con la medida impuesta por el expresidente Donald Trump, pues del otro lado ya esperan miles de extranjeros para cruzar desde el primer minuto del próximo 12 de mayo.
Sin embargo, EU no prevé cambios significativos, pues sólo envió mil 500 soldados a tareas administrativas. Y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, agregó que responderán gradualmente al aumento de cruces, al tiempo que luchan contra el contrabando, pues los traficantes son culpables de la mayoría de muertes migrantes.
Ante los choques, Abbott puso en marcha lo que denominó la tercera fase de la “misión” antimigrante, a unos meses de activar la Operación Lone Star, para frenar a toda costa a quienes insisten en desafiar la seguridad, mientras cientos de refuerzos abordaban aeronaves hacia El Paso y Valle del Río Grande.
Dicho proceso cuenta con 500 militares respaldados vía aérea con los Black-hawk y drones para identificar puntos críticos, pues ubican 29, así como equipo de visión nocturna y antidisturbios, al tiempo que Texas recalcó que enviará a los detenidos a Nueva York y Washington y alistan leyes para fincar el ingreso ilegal como “delito grave”.
Abbott abundó que los soldados construirán barreras fronterizas con alambre de púas, lo que recuerda que en el pasado intentó retomar el muro fronterizo que comenzó Trump, para frenar también a los cárteles de la droga.
En tanto, jefes del sector resaltaron que el personal táctico está fuertemente entrenado para identificar zonas calientes para deportar a todos los ilegales que buscan una nueva vida en territorio estadounidense, lo que enfatiza la urgencia del estado a fortalecer la seguridad, pues comparte más de la mitad de toda la frontera entre EU y México al limitar con Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; pero Texas aún ve insuficiente la estrategia federal en temas fronterizos.
En tanto, legisladores texanos también buscan alternativas de seguridad, pues preparan esta misma semana un proyecto para intensificar las repatriaciones, limitar el ingreso de originarios de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua y restricciones para que agrícolas no contraten a inmigrantes. Sin embargo, The Associated Press adelantó que tal iniciativa podría ser vetada por el Ejecutivo.
Ven nuevas violaciones
Entre las alertas en zonas fronterizas por la oleada migratoria, Amnistía Internacional (AI) denunció que EU limita cada vez más a quienes buscan asilo.
Enfatizó que obligar a quienes buscan refugio a descargar y usar la aplicación de la CBP es una “clara violación”.
Según la abogada, Erika Guevara Rosas, aunque dicho método ofrece una mayor eficacia, sólo condiciona la obtención de una cita, pues muchos de los que huyeron de la pobreza y la persecución no cuentan con celular o Internet para dar seguimiento al trámite. Y refirió que además ésta los discrimina y los rastrea ilegalmente, pues recaba datos de la ubicación del posible refugiado al ser la única vía de entrada.
“Imparable”, llegada de migrantes a la frontera
Carlos Mayorga, director del colectivo Ángeles Mensajeros, pastor y activista, dijo a La Razón que, a tres días de que expire el Título 42, la llegada de migrantes a la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua, está “imparable”.
“Es una de las crisis migratorias más severas que nosotros recordemos como colectivo; miles de personas siguen llegando, de todas partes del sur del continente, pero ese no es el problema; el problema es el engaño que muchos de ellos viven, ellos creen que el día 11 podrán cruzar la frontera como han soñado, pero es algo idílico”, manifestó.
Mayorga refirió que, aunque en días pasados ya se notaba un flujo considerable de migrantes, ahora todo está desbordado y ya son varios campamentos que se han instalado, en espera de ser procesados por los agentes de la Patrulla Fronteriza del sector El Paso.
Será el próximo 11 de mayo, a las 11:59 de la noche, cuando terminará el Título 42 —que permitía la expulsión inmediata de migrantes debido a la emergencia sanitaria— y comenzará para todas las nacionalidades la aplicación del Título 8, que incluso rigoriza las expulsiones.
El Título 42 es una de las restricciones fronterizas entre México y Estados Unidos implementadas para evitar la propagación de Covid-19. Bajo esta medida de salud pública, Estados Unidos expulsa a las personas hacia México o a sus países de origen sin necesidad de algún juicio.
En tanto que el Título 8 es “una vieja norma para frenar el creciente flujo migratorio. El llamado Título 8 no es algo nuevo, sino que está comprendido en las leyes vigentes de inmigración de Estados Unidos y ahora se implementaría en función de frenar el creciente flujo en la frontera sur”, dijo Mayorga.
El domingo pasado, unas 800 personas permanecían bajo el sol, en casas de campaña, en la puerta ubicada en el marcador fronterizo número 40, mientras que, a pocos metros, otros 300 migrantes estaban formados junto a la puerta 42, esperando ser recibidos en Estados Unidos.
En ambos lados de la frontera entre México y el país vecino, las autoridades se preparan para lo que han llamado uno de los éxodos migratorios más grandes en la historia de estas naciones.
“La gente cree que es poco, pero es impresionante cuántos venimos de tantos lados. A nosotros nos han ayudado mucho las personas de la iglesia, a resistir en estos días, pero ya no queremos estar en México, venimos de otros lugares tan lejos no para estar peor, sino para brincar y poder estar mejor”, dijo a La Razón Edson Jonathan Ríos, oriundo de Belice.
John Martin, subdirector del Centro de Oportunidades para Personas sin Hogar en El Paso, Texas, refirió que no importa qué tan preparadas puedan estar las autoridades para este proceso en el que se da fin a una era de restricción.
“Esperemos que esto no desate episodios de violencia o de resistencia en la que se tenga que llegar al uso de la fuerza, es un problema para el que se debieron crear estrategias de apoyo. Lo único que queremos es que no ocurran sucesos que podamos lamentar”, dijo.
Agregó que funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ya han registrado un aumento considerable de migrantes en la frontera antes de la expiración del Título 42.
Imputan homicidio a sujeto que mató a 8
George Álvarez, el conductor que arrolló a una veintena de migrantes y mató a ocho de ellos, enfrenta ocho cargos de homicidio imprudencial y 10 más por asalto agravado tras la tragedia en Brownsville.
La Policía local enfatizó en su primera audiencia que la lista de delitos podría aumentar o cambiar a la espera de que concluya la investigación, pues aún no se comprueba si actuó con dolo al embestir violentamente a un grupo de indocumentados, en su mayoría venezolanos, que se encontraba sentado sobre la banqueta frente al Centro Ozanam.
Al presentarse ante el juez, casi 24 horas después del supuesto accidente del que intentó escapar, el jefe policial de Brownsville, Félix Sauceda, reiteró que aún no queda claro si lo hecho por el sujeto de origen mexicano fue deliberado.
Indicó que la grabación obtenida de una cámara de seguridad en la escena sólo muestra que no se detuvo en un alto a escasos metros de los extranjeros antes de golpearlos violentamente, pero buscan más pruebas.
Y surgen nuevas pistas, pues según testigos antes de arrollar al grupo de extranjeros y volcarse aparatosamente les reclamó airadamente por invadir esa nación. Incluso, afectados y residentes agregaron que, mientras otros ayudaban a las múltiples víctimas que seguían en el suelo, el sospechoso seguía lanzando insultos contra los indocumentados, aunque de eso no hubo videos.
Además, sigue pendiente el resultado de la prueba toxicológica para determinar si Álvarez se encontraba o no bajo el influjo del alcohol o alguna droga.
En tanto, en el proceso que Álvarez siguió con gestos de asentimiento, se le observó con un traje carcelario blanco mientras escuchó atentamente el momento en que el mando de seguridad Sauceda confirmó que éste cuenta con un extenso expediente criminal, sin abundar si alguno estaría ligado con actos hacia migrantes, lo que daría luces sobre la presunta xenofobia.
Al respecto, Reuters confirmó que entre sus antecedentes resaltan casos de agresión agravada con arma letal y conducir bajo estado de intoxicación, tema en el que pudo reincidir.
Y ante la gravedad de delitos y mientras una decena de sus víctimas sigue hospitalizada, el juez ordenó retenerlo en prisión al elevar la cuantiosa suma para su fianza a 3.6 millones de dólares (casi 65 millones pesos).
Asimismo, se informó que siguen las labores para identificar a todas las víctimas, pues hasta el momento sólo se reportó que la mayoría son hombres venezolanos, según las declaraciones del director del albergue, Victor Maldonado, pero la entidad no corroboró tal versión.
No obstante, están a la espera de notificar a los gobiernos aliados y a sus familias. Además, recalcaron que ayudarán a las víctimas, pues varias siguen internadas, entre ellas un joven que perdió la pierna izquierda tras la brutal embestida a días de que EU enfrente una oleada migratoria, ante el fin de las restricciones sanitarias que facilitaban las deportaciones de los solicitantes de asilo.