El intento de cese el fuego entre el ejército israelí y la Yihad Islámica no prosperó, pues los palestinos lanzaron más de 300 proyectiles por el asesinato de varios de sus líderes.
Combatientes intensificaron los ataques contra las fuerzas de Benjamin Netanyahu, lo que activó las sirenas antiaéreas y la Cúpula de Hierro, movilizando a miles en busca de refugio; afortunadamente, la defensa derribó casi un centenar de proyectiles, pero ni evitó algunos incendios, cuando en Egipto adelantó una negociación en la materia.
Pero de inmediato la posible tregua quedó en vilo, pues Israel respondió con ataques precisos en los que suman casi una veintena de muertos en Gaza, entre ellos civiles. Pese al reclamo, Tel Aviv confirmó que mató a un cuarto mando rival en el operativo Escudo y Flecha.
Las fuerzas israelíes corroboraron que en el más reciente ataque dieron de baja a Ali Ghali, comandante de la fuerza de cohetes del grupo palestino y uno de los responsables de los recientes golpes en el territorio, con lo que ratifica su postura de acabar con el enemigo, pues el primer ministro dijo que sus tropas están listas y que el rival “no puede esconderse”.
Previamente, se reportó que hasta seis mil personas fueron desalojadas cerca de la zona en conflicto, para minimizar el riesgo para los civiles. En tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó a ambos sectores a evitar nuevos golpes militares al precisar que Israel debe evitar rebasar los límites sobre el uso proporcional de la fuerza.