Palestinos desafiaron al gobierno de Benjamin Netanyahu al lanzar un cohete contra su territorio, pese al cese el fuego pactado el fin de semana.
A unas horas de acordar esta tregua, el grupo yihadista atacó desde la Franja de Gaza a fuerzas rivales a las que culpa de la muerte de más de 30 palestinos durante una embestida en la última semana, sin que se reportaran víctimas en Ashkelon. Y es que el arma cayó en campo abierto, de acuerdo con medios locales, y ni siquiera activó el sistema defensivo de la Cúpula de Hierro por el bajo riesgo, hecho que atribuyeron a una mal funcionamiento del equipo del contrario.
A pesar de que no hubo afectados, Israel respondió al atacar al menos dos posiciones yihadistas, para mostrar que si el adversario no acataba el alto el fuego tras enfrentamientos y la eliminación de varios líderes de la Yihad Islámica ellos tampoco lo harían, pues no habrá concesiones de ningún tipo. Incluso, el ministro de Asunto Exteriores israelí, Eli Cohen, sentenció a medios locales que no habrá nuevas promesas.
De inmediato, los palestinos acusaron a ese régimen de romper la tregua para intimidarlos tras horas de calma, desatando nuevas críticas, presuntamente con la intención de ampliar las negociaciones para que les entreguen los cuerpos de sus combatientes, pero Israel no se quedó de manos cruzadas y reiteró que respondería a cada bombardeo.
El ejército de Netanyahu recalcó que actuará de manera certera al advertir que tiene ubicadas las posiciones clave de ese grupo y de Hamas para liquidar a presuntos líderes de oposición, responsables de las ofensivas recientes.
Pero tras un intercambio de dimes y diretes esta situación se rebajó rápido para retomar la tregua y evitar una escalada, mientras en Palestina siguen enterrando a las víctimas que fallecieron en ataques previos. Medios locales agregaron que la situación se calmó durante la noche sin que se reportaran nuevos incidentes, mismos que amenazan con reactivar la tensión en ese territorio.