Miles de personas se refugiaban el domingo en monasterios, pagodas y escuelas para guarecerse de una poderosa tormenta que embistió contra la costa de Myanmar, donde arrancó tejados de los edificios y mató al menos a tres personas.
El centro del ciclón Mocha tocó tierra el domingo por la tarde en el estado birmano de Rakhine, cerca del municipio de Sittwe, con vientos de hasta 209 kilómetros por hora, según el Departamento de Meteorología de Myanmar.
La tormenta causó daños en viviendas, transformadores eléctricos, torres de telefonía, barcos y farolas en Sittwe, Kyaukpyu y Gwa, según la oficina de información militar de Myanmar. El ciclón también arrancó tejados de recintos deportivos en las Islas Coco, unos 425 kilómetros al suroeste de la ciudad más grande del país, Rangún.
Más de 4 mil de los 300 mil habitantes de Sittwe habían sido evacuados a otras ciudades desde el viernes y más de 20 mil personas se cobijaban en edificios resistentes como monasterios, pagodas y escuelas en las zonas altas de la ciudad, indicó Tin Nyein Oo, que ayudaba a gente en los refugios en Sittwe.
Muchos vecinos viven en zonas más de tres metros por encima del nivel del mar que la gente considera fuera del alcance de la marejada ciclónica, añadió.
Fuertes vientos de entre 40 y 48 kilómetros por hora (de 25 a 40 millas por hora) soplaban en la ciudad, indicó Tin Nyein Oo el sábado por la mañana.
“La tormenta aún no ha entrado, de modo que no tenemos muchas dificultades. Sin embargo, hay demasiada gente en los refugios y no suficientes retretes”, añadió.
Lin Lin, presidente de una fundación benéfica local, había dicho antes que no tenían comida suficiente en los refugios de Sittwe porque había llegado más gente de lo esperado.
El domingo por la mañana se reportaron varias muertes por viento y lluvia en Myanmar. Un equipo de rescate del estado oriental de Shan indicó en su página de Facebook que había recuperado los cuerpos de una pareja que quedó sepultada por un deslave en su casa de la población de Tachileik. Un hombre murió aplastado por un árbol derribado en Pyin Oo Lwin, en la región central de Mandalay, según medios locales. En Sittwe, una torre de telefonía cayó empujada por el viento y otros edificios sufrieron daños, según reportes en medios locales.
Las autoridades en la ciudad bangladeshí de Cox’s Bazar, que estaba en la ruta prevista de la tormenta, indicaron que habían evacuado a unos 1.27 millones de personas, aunque para media tarde parecía que la tormenta evitaría en gran parte al país tras virar al este, dijo Azizur Rahman, director del Departamento Meteorológico de Bangladesh.
“El nivel de riesgo se ha reducido en gran medida en nuestro Bangladesh”, dijo a la prensa.
Los fuertes vientos acompañados por lluvias continuaban en la isla de San Martín, en la Bahía de Bengala, pero no se produjeron grandes olas porque el ciclón comenzó a cruzar la costa de Bangladesh con la marea baja, indicó la televisora de Daca Jamuna TV.
Cooperantes y agencias de Naciones Unidas en Bangladesh llevaron con antelación toneladas de alimentos secos y docenas de ambulancias con equipos médicos a los grandes campamentos de refugiados donde viven más de un millón de rohinyas que huyeron de la persecución en Myanmar.
En mayo de 2008, la marejada ciclónica de la tormenta Nargis devastó zonas pobladas de Myanmar en el delta del río Irrawaddy. Al menos 138.000 personas murieron y decenas de miles de viviendas y otros edificios fueron arrastrados por el agua.
Los ciclones en la Bahía de Bengala se están volviendo más intensos y rápidos, debido en parte al cambio climático, explicó Roxy Mathew Koll, científico climático del Instituto Médico de Meteorología Tropical en la ciudad de Pune.
Los científicos climáticos señalan que ahora los ciclones pueden conservar su energía durante muchos días. El ciclón Amphan, que golpeó el este de india en 2020, siguió desplazándose por tierra como un fuerte ciclón y causó enormes daños.
“Mientras los océanos estén cálidos y los vientos sean favorables, los ciclones conservarán su intensidad durante un periodo más largo”, dijo Koll.
Los ciclones, enormes tormentas similares a las que reciben el nombre de huracanes o tifones en otras partes del mundo, están entre los desastres naturales más devastadores en el mundo, especialmente cuando afectan a zonas muy pobladas en las costas del sur de Asia.
DGC