Se reúne hoy con líder republicano

Biden reactiva diálogo por deuda tras críticas

El mandatario de EU insta a oposición a ceder ante medidas “francamente inaceptables”; Kevin McCarthy dice que tuvo una llamada “productiva”, pero indica que aún no hay consenso

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Foto: Reuters

A unos 10 días de una inminente crisis económica, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acordó reactivar las negociaciones con el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, bajo la exigencia de que ésos rebajen sus “posiciones extremas” en torno al límite de la deuda pública.

Desde Japón, a donde viajó por la cumbre del G-7, impuso la agenda al comunicarse con el opositor vía telefónica para dejar atrás los choques bipartidistas y lograr un consenso en una reunión presencial hoy, pese a las acusaciones cruzadas de agravar la situación financiera.

Luego de un alejamiento de dos días, en los que ambos partidos cortaron contacto por las diferencias en torno al gasto anual, el demócrata tomó la iniciativa con la presión sobre su contraparte de no incluir propuestas que “francamente son inaceptables”, pues sostuvo que la postura del partido rival no es congruente con la situación de EU y sólo busca imponer sus prioridades legislativas sin velar por el bienestar nacional.

Insistió, según medios locales, que los rivales deben abandonar su posición extrema a subir el techo de la deuda con la intención de evitar un impago, de lo contrario su negativa sería catastrófica, en medio de la recuperación económica por la pandemia de Covid-19.

El jefe de Estado recalcó antes de abordar el Air Force One de regreso que está abierto a negociar, pero no bajo términos republicanos, sino a través del consenso.

Enfatizó que ahora es la oposición la que debe ceder, pues él ya lo hizo. “Deben aceptar que no hay un acuerdo bipartidista”, declaró ante medios desde Hiroshima, con lo que ratificó que ésta es su prioridad para impedir una posible parálisis por los choques bipartidistas, en referencia a las demandas de conservadores a aplicar severos recortes al presupuesto, como en programas alimentarios y médicos, o su rechazo absoluto a las opciones de la Casa Blanca.

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Pero también destacan los condicionamientos republicanos en torno a un nuevo límite de deuda como la insistencia de que el gobierno acepte duras medidas migratorias, pese a que la gestión de Biden se negó a endurecer la regulación al optar por un proceso más ordenado, especialmente tras el retiro del Título 42, lo que redujo los cruces ilegales en los últimos días, contrario a lo que anticipaban autoridades con nuevos récords y una frontera desbordada.

Por separado, McCarthy dijo que confía en la capacidad de ambos para resolver las diferencias en la materia sin especificar si pondrá sobre la mesa otro tema. Recalcó que su partido no permitirá que se gaste más que el año pasado al apuntar directamente a beneficios en temas sanitarios.

Y añadió que hay condiciones para negociar al calificar de “productiva” su charla con Biden.

Sin embargo, el mandatario demócrata comentó que no descarta hacer valer su condición de presidente para decidir unilateralmente el monto de gasto ante la inacción legislativa, aunque aceptó que sería la última alternativa, pues provocaría un duro golpe al país, lo que se relaciona con sus aspiraciones de cara a un posible reelección.

Previamente, la secretaria del Tesoro de EU, Janet Yellen, advirtió que se acaba el tiempo ante el riesgo de una recesión.

En entrevista para el programa Meet the Press de la cadena NBC recalcó que el próximo 1 de junio termina el plazo para lograr un acuerdo bipartidista, de lo contrario colapsarán por las bajas probabilidades de pagar todas las facturas.