Arremete ante respaldo del G-7 a Ucrania

Rusia intimida al rival y agita amago nuclear

Invasor acusa a Occidente por ataque transfronterizo al detectar unidades de EU; Vladimir Putin minimiza daños en Kiev al reiterar que esa región ni siquiera existía en el mapa

Fuerzas Armadas ucranianas avanzan a bordo de un tanque de combate durante labores de vigilancia y rastreo en Bajmut, ayer. Foto: AP

El continuo apoyo de Occidente a Ucrania inquieta al régimen invasor, por lo que arremetió de nuevo contra ese sector ante la inminente entrega de cazas F-16.

Aunque el régimen de Vladimir Putin dijo que ninguna ayuda militar alteraría el curso de la guerra poco después advirtió a los aliados de Volodimir Zelenski.

Las bajas y derrotas en Bajmut provocaron nuevas amenazas nucleares, al lanzarse directamente contra Estados Unidos como el mayor rival y culparlo de la destrucción no sólo en Ucrania, sino en Hiroshima, donde las principales potencias prometieron transferir aeronaves y entrenar a pilotos defensores.

El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvedev, sostuvo que “cuantas más armas destructivas envíen a Ucrania, más cerca estará un escenario de guerra nuclear”, según agencias rusas, en un nuevo intento por intimidar al rival y evitar que suministre armas a Kiev, pues, pese al rechazo inicial, ya los dotaron de tanques de combate y ahora van por aviones modernos, mientras la Unión Europea (UE) movilizó recientemente uno 200 mil proyectiles.

Cuantas más armas destructivas envíen a Ucrania, más cerca estará un escenario de guerra nuclear...
Dmitri Medvedev, Vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso

A esa voz se sumó el vocero de Putin, Dmitri Peskov, quien insistió que Occidente debe ser consciente de que esos constantes envíos conllevan un riesgo, lo que anticiparía represalias en su contra, luego de que líderes llamaran a tomar acciones “colosales”.

Y es que cada apoyo inyecta ánimo al ejército de Zelenski, mismo que adelantó que ya cuenta con las armas suficientes para lanzar su esperada contraofensiva.

Sobre este tema, Putin dejó en claro que el Kremlin tiene el poderío para vencer a un país que hace años la humanidad ni siquiera conocía.

En un encuentro con el líder del tribunal local, Valeri Zorkin, apuntó que no hay comparación con la superioridad de sus fuerzas, al hacer énfasis en la formación soviética, e insistió que no se extrañará lo que no figuraba en el mapa.

Pese a los alardes de líderes, el país intensificó su posición contra EU al sostener que enfrentará cualquier amenaza extranjera. Luego de reforzar su seguridad, denunció la supuesta participación de Washington en el ataque transfronterizo, aumentando las tensiones con el gobierno de Joe Biden.

Un día después de los bombardeos y tras nuevas explosiones en la zona, aseveró que en su respuesta antiterrorista liquidó a 70 agresores en Belgorod e interceptó dos bombarderos estadounidenses cerca del mar Báltico.

El Ministerio de Defensa de Moscú recalcó que no permitirán que el Estado nazi traslade los combates a su territorio, tras causar 13 heridos y un muerto, y relató que en este acto hubo equipo estadounidense, como vehículos blindados con la característica “z” de los rusos, evidenciando que esa nación está cada vez más metida en el conflicto, al desmentir de nuevo una división rusa tras sospechas de actos de disidentes.

“Fueron eliminados por completo”, reveló el vocero del ejército, Igor Kona-shenkov, para frenar los intentos nacionalistas desde Ucrania de doblegarlos, sin una respuesta de Kiev.

Asimismo, denunció que su Fuerza Aérea detectó dos unidades aéreas B-1B procedentes de EU, cerca de sus aguas, lo que los obligó a actuar. A diferencia de un incidente previo cerca de Crimea, ésta vez sólo las escoltó en apego a normas internacionales para descartar señalamientos como hace dos meses cuando el Pentágono culpó a Moscú del derribo de uno de sus drones.