Va por convertirlos en “objetivos militares”

Rusia arremete contra enemigos en Europa ante plan para aislarla

Régimen invasor recurre a más amenazas para intimidar a países anti-Kremlin que respaldan a Zelenski; bombardea Kiev y Járkov y destruye el único buque que le quedaba a Ucrania; traslada a Avdivka epicentro de la guerra

Residente ucraniano muestra los daños contra inmuebles tras nuevos bombardeos en la nación. Foto: Reuters

Los planes para aislar y frenar al invasor inquietan a Rusia, por lo que intensificó los bombardeos contra Ucrania y lanzó fuertes advertencias contra gobiernos que insisten en respaldar a Volodimir Zelenski.

Un día después del ataque en Moscú, el Kremlin busca mostrar su capacidad para doblegar al rival y a quien le preste ayuda, por lo que arremetió contra intentos de restringir su presencia en el exterior y amagó con atacar fuera de Ucrania.

La última amenaza fue contra Gran Bretaña tras justificar el golpe contra una acaudalada zona residencial en su territorio, hecho que el canciller, Serguéi Lavrov, acusó incita más actos terroristas.

El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvedev, alardeó de convertir a líderes británicos en “objetivos legítimos” de su operación.

Escaló el nivel de intimidación al señalar que su participación más activa en el conflicto desencadenará consecuencias. Incluso, refirió que el derecho internacional los respalda, en una franca burla a Occidente, que desde que estalló la guerra acusó violaciones rusas a convenciones internacionales por crímenes de civiles.

El aliado de Putin insistió que si GB quiere librar una guerra está muy cerca, pese a que a más de 15 meses del conflicto parece sumar más pérdidas que Ucrania. Y es que se confirmó que los mercenarios del Kremlin ya dejaron Bajmut para ceder su posición al ejército oficial, mismo que se adentró en Avdivka al reubicar el epicentro bélico, tras el revés en la zona donde calculan han muerto 200 civiles ucranianos, pero con la ventaja de que el enemigo se debilita, pues el Grupo Wagner le dio la espalda a Moscú al pedir investigar a la cúpula militar rusa.

Aunque este mensaje tuvo un único destinatario buscan que haga eco en Europa, donde tratan de socavar su autoridad y hasta les cierran la puerta.

Tal es el caso de la Unión Europea (UE), Alemania y Polonia, que mostraron sus planes para sancionar al régimen.

El bloque de 27 reforzó lazos con Moldavia para contrarrestar la llamada influencia rusa. De visita en la sede de la Cumbre de la Comunidad Europea, el jefe de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ratificó su apoyo ante la inestabilidad regional al crear una misión contra la amenaza invasora. Ahí admitió que ese socio fue afectado por la guerra con amenazas híbridas, revueltas prorrusas y hasta golpes indirectos, debido a que limita con Ucrania, zona fatalmente bombardeada y que al cierre de esta edición registró nuevos estallidos en Kiev.

Gráfico

Esta ruta antirrusa fue reforzada por Alemania que restringió la presencia diplomática de Moscú al cerrar cuatro de sus consulados. A más de 460 días del conflicto, la Cancillería germana informó que sólo permitirá que opere una de esas instalaciones y delegó al invasor la decisión de cuál será, pero con un límite de 350 empleados, lo que evidencia el riesgo de espionaje, como anticiparon líderes de Inteligencia.

Moscú recriminó esta postura hostil al sostener que Alemania dinamitó la relación, pues antes ya expulsó a aliados y retrasó visados para sus ciudadanos.

Pero las medidas contra Moscú no se quedan ahí, pues Polonia — principal refugio de los desplazados— investiga la influencia rusa en su contra, al abrir un expediente por supuesta intromisión a su seguridad entre 2007 y 2022 y no descartan medidas contra culpables.

Más tarde, el presidente polaco, An-drzej Duda, apuntó que redoblar el apoyo acercará más a Kiev a la derrota del Putin, quien no ha perdido ninguna guerra.

En un evento organizado por el diario The Wall Street Journal asestó “Putin no ha perdido ninguna guerra, espero que ésta la pierda”, al señalar que se requieren más esfuerzos ante la superioridad de 100 millones de rusos contra 40 millones de ucranianos. Agregó que para acabar con el conflicto deben cortar esa ventaja e impedir el desgaste de aliados, al enfatizar que el invasor desprecia la vida, pues para esas tropas no significa nada el daño infligido a Ucrania.

En tanto, los rusos aumentan la embestida no sólo con más armas sino con golpes simultáneos al bombardear otra vez la capital, Járkov y territorios anexados, donde mató a cuatro personas. Asimismo, destruyó el Yuri Olefirenko, el único gran buque que le quedaba a Kiev y eliminó la amenaza fronteriza al hacer estallar una carretera para impedir el paso de invasores; no obstante, el régimen evacuó la zona, en donde se sospecha que operan grupos rebeldes rusos.