En cuestión de horas, los defensores ucranianos replicaron el golpe contra el invasor al liberar dos aldeas más como parte de su contraofensiva.
El ejército local confirmó que ayer recuperaron Novodarivka y Storozhov con apoyo de unidades combinadas al derrotar a las bases enemigas, mientras sus fuerzas se adentraron hasta 700 metros más en Bajmut al mover de nuevo el frente de batalla.
Dichas acciones muestran el impacto y los resultados a corto plazo del tan esperado contraataque.
El presidente Volodimir Zelenski resaltó que, pese a que la guerra alcanzó un nivel feroz, sus soldados logrando objetivos importantes en medio de condiciones adversas por las lluvias, pues cada día provocan más pérdidas al invasor.
Avance que fue reconocido por aliados, pues la Unión Europea (UE) descartó dejar de enviar suministros mientras que Gran Bretaña y Estados Unidos confían en pasos esperanzadores. La primera nación adelantó que los locales alistan un “gran ataque” para debilitar a los agresores, mientras que el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, precisó que estas recuperaciones podrían ser cruciales para forzar a Vladimir Putin a negociar el fin de esta guerra.
Sin embargo, no todo es favorable, pues, aunque ya ondean más banderas ucranianas en la zona, siguen las evacuaciones por la destrucción de la presa de Kajovka, misma que estiman dejó daños por hasta cuatro mil millones de dólares a la infraestructura, según el Ministerio de Agricultura. Además, a casi una semana suman más de 40 personas desaparecidas en lo que ya denominan como la mayor catástrofe de la invasión.