Fiscales en Estados Unidos descubrieron una red de venta y distribución de partes humanas que involucran a la prestigiosa Universidad de Harvard, específicamente a su morgue.
De acuerdo con la acusación, el exdirector de la Escuela de Medicina de la institución, Cedric Lodge, robó partes humanas de cadáveres diseccionados que la universidad recibía como donativos con fines educativos, pero éste los vendía por fuera.
Así sacó durante varios años cráneos, cerebros, corazones, piel y extremidades de la morgue, así como dos cadáveres de bebés que nacieron muertos, sin autorización o conocimiento de Harvard, de acuerdo con los diarios The Washington Post y The New York Times; según su modus operandi, Lodge permitía a posibles compradores —a quienes conocía por Internet y redes sociales— ingresar a la zona donde los resguardaban para escoger las partes que querían, sin importar para qué las usarían o cuál era su interés en estas.
El sospecho aprovechaba que los estudiantes ya habían abierto los cadáveres como parte de sus clases de Anatomía para obtener ganancias económicas, pues se identificó que cobrarán entre 200 y hasta mil dólares por pieza; según los protocolos estos debían ser incinerados o enterrados, acorde a las indicaciones de las familias, pero aprovechaba para extraer algunas partes y obtener importantes sumas, de las que se desconoce un recuento total, pero se sabe que al menos en los primeros tres años uno de las participantes recibió pagos electrónicos por casi 40 mil dólares.
Incluso para evitar ser descubiertos, algunas de las partes se las llevaba a su casa, para desde ahí enviarlas por correo a sus compradores en complicidad con su esposa, Denise, mismas que llegaron a compradores de todo el país.
Dichas irregularidades habrían comenzado en 2018 y se extendió hasta 2023 y en el que participaron al menos seis personas más, entre ellas Jeremy Pauley (41), Katrina Maclean (44), Joshua Taylor (46) y Mathew Lampi (52), quienes enfrentan cargos por asociación delictiva, conspiración y transporte de bienes robados, pues la Fiscalía cuenta con evidencia como fotografías y conversaciones.
Además, se cree que en dicha red también estaba involucrada una morgue en Arkansas.
En medio del escándalo, los decanos de la universidad calificaron este delito como “moralmente reprobable” y “traición” a la casa de estudios, luego de que confirmar que Lodge fue destituido a inicios del mes pasado.
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