Bielorrusia ya tiene armas nucleares

Moscú intensifica su escalada destructiva

Invasor Bombardea tres regiones de Ucrania para cobrar su revés territorial en Donbás; defensores advierten que no desisten de la contraofensiva, pese a los daños en Kajovka

Un rescatista ayuda a una residente tras un ataque en Donbás, ayer.
Un rescatista ayuda a una residente tras un ataque en Donbás, ayer. Foto: AP

Las tropas de Vladimir Putin apuntaron sus armas contra nuevas ciudades para ampliar las zonas asediadas con el objetivo de debilitar al rival y su infraestructura con acciones simultáneas.

Durante la madrugada de ayer lanzaron misiles y artillería pesada contra Odesa, Jerson y Sumi donde asesinaron a tres personas e hirieron a siete más, ante la recuperación territorial del ejército de Volodimir Zelenski.

Pero los defensores advirtieron que no desistirán de su contraofensiva que avanza desde al menos tres posiciones, pues cada día ganan hasta 500 metros en zonas críticas como Bajmut, para liberar por completo el Donbás, la antesala de la expulsión total del invasor.

De acuerdo con la viceministra de Defensa, Hanna Maliar, el rival ajustó su estrategia para reducir sus pérdidas, tanto humanas como territoriales, y arreció los bombardeos para elevar el nivel de destrucción en Ucrania, al tiempo que éstos se reforzaron presuntamente con extranjeros para evitar más golpes internos, aunque la cúpula rusa siguen desconociendo la operación de supuestos rebeldes y milicias en zonas fronterizas.

Pero ésta no es la única artimaña de intimidación del Kremlin, pues el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, destapó la posibilidad de recurrir a represalias despiadadas, pues reveló que a su país ya llegaron las armas nucleares que su socio prometió. El régimen indicó que éstas son “tres veces más poderosas”, al compararlas con las que Estados Unidos lanzó contra Hiroshima y Nagasaki en 1945” y podrían usarse en la guerra, aunque Rusia lo desmintió.

En tanto, una nueva evaluación por el estallido de la represa de Kajovka hace temer severas consecuencias a largo plazo, pues Kiev admitió que hasta un millón de residentes sufrirán escasez de agua en medio de la inundaciones, mientras 50 aldeas siguen bajo el agua.

Al respecto, autoridades regionales precisaron que hasta la tercera parte de este estimado se quedó desde hace días sin suministro como Nikopolski, hecho que podría repetirse en Crimea, territorio anexado que recibe el líquido de esa zona.