“Sabemos que no es un parque de diversiones”

Submarino Titán: ya se le agotó el tiempo y el oxígeno

La Guardia Costera acelera operativo luego de detectar en dos ocasiones sonidos probablemente del sumergible; Alan Estrada relata su expedición al Titanic en medio de la incertidumbre por la desaparición de cinco pasajeros

La embarcación que se hundió el siglo pasado yace en las profundidades del Atlántico. Foto: Especial

Rescatistas aceleraron esfuerzos para ubicar el submarino Titán con la confianza de hallar con vida a los cinco tripulantes desaparecidos, pues la Guardia Costera de Estados Unidos estima que les quedan cinco horas de oxígeno, pues según las estimaciones de OceanGate se agotará a las 05:08 horas (tiempo de México).

Pese a una lucha a contrarreloj y casi a ciegas, por la oscuridad en la profundidad y la extensión de rastreo, el capitán Jamie Frederick recalcó que aún se trata de un rescate como signo de ánimo.

Al reanudar labores por cuarto día consecutivo, explicó que aún no hay resultados positivos, pero la prioridad es dar con ellos antes de las 96 horas de aire, según la firma que emprendió la expedición el pasado 18 de junio, aunque no descartan que resistan si controlaron su respiración, mientras llega más ayuda.

Francia envió el submarino Nautile y ofreció el robot Víctor —capaz de sumergirse seis mil metros— para localizar a pasajeros, entre ellos el experto en el Titanic, Paul Henry Nargeolet, pero también hay aviones y buques de la Marina de EU y Canadá, radares y más.

Con este cúmulo de respaldo, resurgió la esperanza, pues una aeronave canadiense detectó señales que llevarían al sumergible que hoy superará nueve veces el encierro previsto para la travesía, pero sin garantías, pues aún a flote los tripulantes no pueden salir ya que el sumergible sólo se abre por fuera y si está en las profundidades costaría remolcarlo.

Casi a medianoche se alertó que un sonar percibió ruidos. Según autoridades el sonido se replicó por intervalos de 30 minutos, pero no se identificó el origen apagando la sutil esperanza. Más de 10 horas después apareció otra pista sonora con otra detección del equipo aéreo; ello obligó a reorientar la búsqueda, sin reducir el espacio, pues sigue la incertidumbre sobre donde se encuentra el Titán, tanto en distancia como en profundidad, ante el peso, presumiendo que sí soltó el lastre, y las corrientes marinas.

Gráfico

No obstante, al cierre de esta edición se desconoce el paradero de los expedicionarios, mientras surgen más testimonios de quienes ya hicieron esa misión.

El actor Alan Estrada —primer mexicano en hacer la inmersión con OceanGate— destacó que si el sumergible sigue intacto entonces hay alta probabilidad de que estén con vida, pero admitió que aunque llegaran a la superficie el tiempo se agota, en espera de ayuda externa.

En una plática con medios, el creador de contenido de viajes destacó que aún hay probabilidades, y así lo desea, para que esto quede como una anécdota más a contar y no una tragedia.

Recordó que conoce a dos de los desa-parecidos, el CEO de OceanGate, Stockton Rush, y el explorador francés Nargeolet con quien hizo el descenso al Titanic tras un segundo intento.

Estrada abundó que entre las teorías sobre el destino de Titán resalta que, pese a la falla de comunicación, salieron a superficie y estarían esperando ayuda, pues el protocolo marca que si no pueden seguir deben soltar el lastre y abortar la misión; mientras que la otra opción es que están atorados, escenario en el que necesitan otro sumergible, pues Titán no puede agarrar cosas al exterior para soltarse, de ser el caso.

El creador del canal Alan por el Mundo agregó que ante el interés mundial lamentablemente abunda la desinformación, pero en su experiencia la misión submarina de julio pasado con esta compañía y el mismo sumergible fue seria, al resumir la seguridad y pasos durante 10 horas, pues no detectó problemas más allá de los retos que saben que implicaría.

Al narrar su experiencia estimó que al llevar casi dos horas de descenso, perdieron comunicación en el mismo punto que su misión, pasados los mil metros, pues que en su travesía casi abortan, pues al no tener contacto con el exterior soltaron el primer lastre para regresar, pero todo retomó su cauce y completaron una de las misiones más “exitosas” al permanecer ocho horas abajo.

Relato que respaldó el escritor y guionista de Los Simpson, Mike Reiss, quien en entrevistas en EU dijo que la pérdida de contacto pareciera ser un tema previsto en sus sistemas, pero confía en que los encuentren con vida.

También apuntó que quien hace el viaje es consciente de lo desafiante que es al ser un sumergible “experimental”, como lo explica la empresa, pero que el resultado es un “espectacular viaje”, pese a sus complejidades.

“Sabemos que es una expedición increíblemente riesgosa; sabemos que no estamos yendo a un parque de diversiones”, enfatizó en torno a todo lo que involucraba, entre ellos perder la vida, como en otras aventuras como lanzarse de gran altura y ponerse en riesgo.

Hecho por el que firmó una responsiva, evidenciando la complejidad de la travesía hasta el célebre hundimiento. No obstante, dijo que, a pesar de la espectacularidad e impacto, no lo repetiría, principalmente por el costo.

Y señaló que, sin ser experto o vocero de la firma, se garantizó la seguridad en todo momento e incluso se sintió como en “un lanzamiento de un cohete en cada parada”, al comentar que desde la plataforma y a cada paso el piloto se detenía para revisar todo el equipo, pues recalcó que se tomaban hasta cinco minutos como tolerancia para certificar que todo fuera conforme a lo planeado. Incluso, dijo que sabe que cada año el sumergible en cuestión ha sido modificado, para responder a este reto.