El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó que su país podría “teóricamente” usar armas nucleares si hubiera una amenaza a su integridad territorial o existencia, pero que no es necesario.
“Se han fabricado armas nucleares para garantizar nuestra seguridad en el sentido más amplio de la palabra y la existencia del Estado ruso, pero nosotros... no tenemos tal necesidad (de usarlas)”, dijo ayer durante un foro económico en San Petersburgo.
El mandatario confirmó que ya había empezado a transferir armas a Bielorrusia, tal como lo había anunciado en marzo, y recordó que el despliegue fue resultado de un acuerdo con el presidente Alexander Lukashenko, quien prestó el territorio de su país a Rusia para atacar a Ucrania.
“Las primeras ojivas nucleares fueron transferidas a territorio bielorruso. Son sólo las primeras, pero antes del fin del verano completaremos el proceso”, afirmó.
Putin anunció el 25 de marzo que Moscú desplegaría armas nucleares “tácticas” en el territorio de Bielorrusia, un país ubicado a las puertas de la Unión Europea, alimentando el temor a una escalada del conflicto en Ucrania.
Se han fabricado armas nucleares para garantizar nuestra seguridad en el sentido más amplio de la palabra y la existencia del Estado ruso, pero nosotros... no tenemos tal necesidad (de usarlas)Vladimir Putin<br>Presidente de Rusia
Asimismo, tras calificar a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, de origen judío, de ser la “vergüenza” de ese pueblo, afirmó que la actual contraofensiva de ese país contra sus tropas no tenía “ninguna posibilidad” de éxito, y que no aguantará “mucho”, porque todo lo que utiliza en su contraofensiva es de origen extranjero.
Señaló que los ucranianos están utilizando sus reservas estratégicas, primero para romper la línea de defensa, luego, para avanzar y después, para tratar de afianzarse en un determinado frente, “pero nunca han conseguido ningún resultado y sus pérdidas son muy elevadas. Es incluso más de uno a 10 en comparación con las pérdidas del Ejército ruso”.
Al respecto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó de “provocación” el envío de armas nucleares tácticas rusas a Bielorrusia, y una “decisión irresponsable” del presidente Alexandr Lukashenko, quien está cediendo la soberanía a su país vecino, pero pidió cautela, y descartó una respuesta nuclear por parte de Washington.
“Seguiremos monitoreando la situación de cerca y de forma cautelosa. No tenemos ningún motivo por el que reajustar nuestra política nuclear. No hay indicios de que Rusia se prepare para usar las armas”, dijo en rueda de prensa.
Consideró “irónico” que Putin esté desplegando armas nucleares tácticas en su vecino, cuando uno de los pretextos que utilizó para lanzar la invasión de Ucrania fue precisamente evitar que Kiev desarrollara un arma atómica.
En ese contexto, la OTAN inauguró el viernes en Northwood, al noroeste de Londres, un nuevo centro para proteger ductos y cables submarinos tras el aparente ataque aún sin resolver a los gasoductos Nord Stream y ante la preocupación de que Rusia esté mapeando infraestructura occidental vital para energía e internet en aguas de toda Europa.
Seguiremos monitoreando la situación de cerca. No tenemos ningún motivo por el que reajustar nuestra política nuclear. No hay indicios de que Rusia se prepare para usar las armasAntony Blinken<br>Secretario de Estado de EU
“La amenaza se está desarrollando. Los barcos rusos han mapeado activamente nuestra infraestructura submarina crítica. Existe una gran preocupación de que Rusia pueda atacar cables submarinos y otras infraestructuras cruciales en un intento por alterar la vida occidental”, dijo el teniente general Hans-Werner Wiermann, que encabeza una célula especial de la Alianza en conferencia desde Bruselas.
Zelenski se reúne en Kiev con mandatarios de África
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hizo un llamado a un grupo de mandatarios africanos para que le pidan a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que libere a los presos políticos de Crimea y otras partes, diciendo que sería parte importante de su viaje a Rusia el sábado.
Siete gobernantes africanos —los presidentes de las Islas Comoras, Senegal, Sudáfrica y Zambia, el primer ministro de Egipto y los enviados de República Democrática del Congo y Uganda— visitaron Ucrania ayer como parte de una autodenominada “misión de paz” para tratar de ayudar a poner fin a la guerra que comenzó hace casi 16 meses. La gira incluye una reunión con Putin, hoy, en San Petersburgo.
La misión a Ucrania —la primera de su tipo por parte de dirigentes africanos— se produce tras otras iniciativas de paz, incluyendo una de China, y tuvo una importancia adicional, ya que dependen en diversos grados de los embarques de alimentos y fertilizantes de Rusia y Ucrania. La guerra ha puesto en peligro e impedido las exportaciones de uno de los graneros más importantes del mundo.
“Este conflicto está afectando negativamente a África. El camino hacia la paz es muy duro. Es necesario poner fin a este conflicto cuanto antes”, dijo el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en conferencia de prensa junto a Zelenski.
El ánimo se agrió cuando el presidente de las Comoras, Azali Assoumani, planteó la idea de una “hoja de ruta” hacia la paz, lo que provocó preguntas de Zelenski, quien pidió una aclaración, e insistió en que no quería “ninguna sorpresa”, además de declarar que tendrían “conversaciones con los terroristas”.