Los guatemaltecos votaron el domingo en unas elecciones presidenciales criticadas por la exclusión de varios candidatos y que se decidirían en un balotaje en agosto, ya que ninguno de los más de 20 contendientes alcanzaría el mínimo requerido para ganar en primera vuelta.
La exprimera dama Sandra Torres se apresta a ganar, según sondeos, pero no lograría la mitad de votos más uno requerida por ley para evitar la segunda vuelta del 20 de agosto. Su contrincante sería Edmond Mulet, un diplomático de carrera, o Zury Ríos, hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt.
La carrera para suceder al mandatario Alejandro Giammattei no ha estado exenta de polémicas, como la surgida por la exclusión de cuatro aspirantes, entre ellos, el empresario Carlos Pineda, quien lideraba las preferencias. Estados Unidos y la Unión Europea criticaron el veto a Pineda, quien lo calificó como un "fraude electoral" y llamó a votar nulo.
"Si continúa el deterioro democrático, vamos a estar ante la posibilidad de una consolidación de un modelo autoritario de gobierno", opinó Carolina Jiménez, presidenta de la organización de investigación WOLA (Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos).
Además de presidente y vicepresidente, los 9.3 millones de habilitados para votar renovarán el Congreso unicameral y elegirán a centenas de alcaldes y 20 miembros del Parlamento Centroamericano (Parlacen). Las casillas cerraron a las 18:00 hora local (0000 GMT del lunes) y los resultados preliminares se esperan desde las 21.30 hora local del domingo.
Las encuestas pronostican que quienquiera que pase a la segunda vuelta derrotaría a Torres, exesposa del fallecido mandatario Álvaro Colom (2008-2012), dado su elevado rechazo. La política de 67 años quedó en segundo lugar en los últimos dos comicios presidenciales pero es fuertemente resistida en la capital, hogar del 30 por ciento de los 17 millones de guatemaltecos.
Analistas políticos esperan que el resultado de la elección poco o nada garantice un cambio en el país, que ha venido retrocediendo en materia de transparencia y respeto a los derechos humanos, en parte, porque el sucesor de Giammattei tendrá que lidiar con un Congreso fragmentado como el actual, donde ninguna fuerza tiene amplia mayoría.
Giammattei, un médico conservador de 67 años, asumió la presidencia en enero de 2020 para un periodo de cuatro años con la promesa de combatir la corrupción, pobreza e inseguridad que agobian a la mayoría de la población y que obligan a que cada vez más migren hacia Estados Unidos, hogar de 1.3 millones de guatemaltecos.
"Queremos ver una nueva Guatemala", dijo Julio Valenzuela, un productor audiovisual de 40 años, tras emitir su voto en un colegio de Ciudad de Guatemala.
"Esperamos que cumplan con todo lo que han prometido porque en campaña hemos visto que prometen de todo, le dan a la gente víveres y al final no cumplen", agregó.
DGC