46 mujeres murieron al interior de un penal femenil en Honduras, luego de un motín que, de acuerdo a la presidenta del país, Xiomara Castro, fue planeado por miembros de la mara salvatrucha el pasado 20 de junio. Ese día, la mandataria advirtió que tomaría medidas drásticas para que esto no volviera a ocurrir y, sobre todo, para que las cárceles en el territorio que lidera, no se convirtieran en una escuela del crimen.
Luego de esta masacre de la que Honduras tardará en recuperarse, se dio a conocer por parte de la Secretaría de Seguridad local, que se había comenzado con el proceso de transición de los Centros penales y organizan la Seguridad en los 18 departamentos del país, en cumplimiento mandato de la presidenta Castro. ¿El proceso de transición? Uno muy similar al utilizado por el presidente Nayib Bukele, en El Salvador.
El sistema de Honduras, similar al de Bukele en El Salvador
Nayib Bukele ha sido polémico por varias situaciones desde su llegada al poder en El Salvador, sin embargo, dos de ellas son las más recordadas: invertir fondos de los contribuyentes en bitcoin y las medidas que ha tomado contra las pandillas que hacen al país centroamericano, uno de los más peligrosos en el mundo.
A través de la creación de una megacárcel en la que se incluyen pabellones de confinamiento de reos; sistema de videovigilancia; control de acceso con escáner corporal y de paquetes; cerco eléctrico de 2.1 kilómetros de longitud; celdas de castigo y 19 torres de vigilancia, el sistema penitenciario salvadoreño ha sido uno de los más polémicos y, sin embargo, ya ha sido imitado por Honduras tras el último motín en el que murieron 46 mujeres que se encontraban presas en un penal femenil.
José Manuel Zelaya Rosales, secretario de Estado en el Despacho de Defensa Nacional en Honduras, informó en sus redes sociales que no permitirán que las cárceles del país se conviertan en una escuela del crimen, toda vez que en el último operativo realizado al interior del penal de La Tolva, decomisaron municiones, armas de grueso calibre, cargadores, chimbas, teléfonos celulares y satelitales, además de explosivos de fabricación caseras, radios, routers, sierras eléctricas. Todo esto, en un solo módulo.
'Las cárceles no deben seguir como escuelas del crimen'
En el posteo en el que Zelaya informaba sobre el decomiso histórico, también se agregaron fotografías en donde se veía a los presos de La Tolva -el penal de máxima seguridad en Honduras- con el torso desnudo y sentados sobre el asfalto, con las manos en la nuca y la cabeza agachada, similar a lo que pasa con los reos pertenecientes a pandillas de la MS-13 en El Salvador.
"Cumpliendo órdenes de la presidenta Xiomara Castro, vamos a garantizarle al pueblo hondureño la seguridad y la paz que necesita nuestro país", indicó Zelaya Rosales en su cuenta de Twitter. El objetivo, de inicio, es pacificar las cárceles a través del decomiso no sólo de las armas ya mencionadas, sino también de otros objetos como chips para celulares, monitores de computadora, consolas PlayStation, hornos de microondas, anillos de plata o cargadores para teléfonos celulares.
Xiomara Castro ha sido clara y aunque la medida fue criticada por organizaciones que velan por los derechos humanos, la presidenta informó que no cederá ante la presión que ejercen las pandillas en el territorio hondureño y al interior de los penales.