A más de una semana de la rebelión, Rusia aseveró que la mayoría del Grupo Wagner se unió a su ejército al atender al llamado del presidente Vladimir Putin para enlistarse, mientras Ucrania y aliados ponen en duda su seguridad interna
“Muchos han aceptado continuar”, aseveró el líder de la Duma o Parlamento ruso, Viacheslav Volodin, en un intento de fortalecer a sus soldados al resaltar que quienes apoyaron el motín ahora se comprometieron con la defensa del país, con lo que evidencian que sólo unos cuantos siguieron a Yevgeni Prigozhin a Bielorrusia, donde se exilió.
Con dichas declaraciones intenta recuperar el poderío de uno de los mayores ejércitos en el mundo, al garantizar el apoyo de la fuerza clave en la anexión de cuatro territorios ucranianos, luego de ser tachado de débil, pues recalcó que Putin evitó un derramamiento de sangre, al frenar el motín del pasado 24 de junio, acto que sólo beneficiaría a Occidente.
Sin embargo, al interior del régimen persisten las dudas en torno a la lealtad y la seguridad, pues en sus intentos de restablecer su poder, el Kremlin suspendió uno de sus mayores espectáculos aéreos, por mostrar su superioridad militar.
Fue el gobierno de Gran Bretaña, aliado de Ucrania, el que reportó por primera vez el cambio, al detallar que ante la principal exhibición en la materia surgen “preocupaciones genuinas”, pues no descartan que enemigos, Occidente, Wagner o hasta milicias rebeldes, ataquen sus aeronaves con drones, como ocurrió hace un mes en el Kremlin.
Ello evidencia, que Moscú no se ha recuperado y da pasos lentos en torno a grandes despliegues.
Incluso, el diario británico Mirror añadió que Rusia teme que Wagner —que frenó su reclutamiento por un mes, según el medio independiente Novaya Gazeta— al tener identificados sus objetivos, trate de destruir infraestructura clave como el puente entre Rusia y Crimea —primera región que se anexó en 2014—.
Al recordar dicho punto clave, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió que el invasor pagará sus intentos de tomar el control hacia el mar Azov, mientras sus fuerzas suman avances territoriales en Berdiansk y Melitopol.
“Si los buques de guerra rusos todavía están en el Mar Negro, tendrán miedo de acercarse a nuestra costa”, sostuvo tras una reunión con el comandante Oleksi Neizhpapa en Odesa, al adelantar nuevas estrategias de defensa como parte de la contraofensiva que se activó desde el mes pasado.
Y enfatizó que sigue firme para impedir que Moscú imponga sus condiciones en dicha zona marítima, uno de los principales objetivos para controlar comercio y otros intercambios, y en otras regiones como desde el día 1 de la guerra.