El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, acogió con satisfacción la decisión de Estados Unidos de enviar bombas de racimo a Kiev, afirmando que ayudaría a desocupar el territorio de su país, pero prometió que las municiones no se utilizarían en Rusia.
Estados Unidos anunció el viernes que suministrará a Ucrania municiones de racimo para su contraofensiva contra las fuerzas de ocupación rusas.
Reznikov dijo que las municiones ayudarían a salvar vidas de los soldados ucranianos, y añadió que Kiev mantendría un estricto registro de su uso e intercambiaría información con sus socios.
"Nuestra posición es simple: necesitamos liberar nuestros territorios temporalmente ocupados y salvar las vidas de nuestro pueblo", escribió Reznikov en Twitter. "Ucrania utilizará estas municiones sólo para liberar nuestros territorios internacionalmente reconocidos. Estas municiones no se utilizarán en el territorio oficialmente reconocido de Rusia".
Las municiones de racimo están prohibidas por más de 100 países. Suelen liberar un gran número de pequeñas bombetas que pueden matar indiscriminadamente en una amplia zona, y las que no explotan suponen un peligro durante décadas.
Reznikov dijo que los militares no utilizarían municiones de racimo en zonas urbanas y que sólo las emplearían "para romper las líneas defensivas enemigas".
Rusia, Ucrania y Estados Unidos no han firmado la Convención sobre Municiones de Racimo, que prohíbe la producción, uso, almacenamiento, y transferencia de estas armas.
España, signataria de la convención, dijo que se oponía a la decisión. Gran Bretaña también es signataria de la convención y desalienta su empleo, declaró el primer ministro Rishi Sunak.
"Seguiremos haciendo lo que nos corresponde para apoyar a Ucrania contra la invasión ilegal y no provocada de Rusia", declaró el funcionario a la prensa el sábado.
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Leo