Ofensiva se da tras ratificación de apoyo de la OTAN

En Kiev, fuerzas ucranianas repelen ataque del Kremlin

Defensas derriban 20 drones de fabricación iraní; Putin dice que suministro de armas de Occidente a su rival no cambiará curso del conflicto; Pentágono confirma arribo de bombas de racimo al país ocupado

Un rescatista inspecciona un apartamento dañado durante un ataque con drones rusos en Kiev, Ucrania, ayer. Foto: Reuters

Funcionarios del gobierno de Ucrania dieron a conocer que sus defensas aéreas derribaron 20 drones kamikaze Shahed de fabricación iraní lanzados por Rusia ayer, principalmente en la región de Kiev, pero los restos cayeron en cuatro distritos de la capital, hiriendo a dos personas y destruyendo varias casas.

El ataque se produjo horas después de que la OTAN concluyera su cumbre anual con nuevas promesas de armas, municiones y garantías de seguridad a largo plazo para Ucrania.

El bombardeo de las fuerzas del Krem-lin comenzó poco después de la medianoche y las explosiones sacudieron diferentes partes de la ciudad. Dos personas fueron hospitalizadas con heridas de metralla, informaron las autoridades.

En la capital, los rescatistas extinguieron un incendio en un edificio de 16 pisos, así como en una construcción no residencial, mientras que los escombros también se estrellaron contra la fachada de un edificio de departamentos de 25 pisos, comunicó el Ministerio del Interior.

El presidente ruso, Vladimir Putin, reafirmó ayer que la membresía de Ucrania en la OTAN es inaceptable para Moscú.

“Aumentaría la amenaza para la seguridad de Rusia. No aumentaría la propia seguridad de Ucrania y, en términos más generales, haría que el mundo fuera más vulnerable y provocaría más tensiones en el ámbito internacional”, manifestó el líder ruso en declaraciones televisadas.

Putin también comentó que el suministro de armas occidentales a Ucrania no cambiaría el curso del conflicto. Dijo que los misiles occidentales “infligen algún daño, pero no sucede nada crítico” para las fuerzas rusas.

Agregó que los tanques occidentales y otros vehículos blindados entregados a Ucrania tampoco han tenido un impacto significativo y se han convertido en “objetivos prioritarios” para el ejército ruso.

El presidente ruso dijo que, aunque Ucrania tiene derecho a buscar garantías de seguridad, hacerlo no debe amenazar la seguridad de Rusia. Señaló que las garantías para Ucrania se discutieron como parte de las negociaciones sobre un acuerdo de paz tentativo en Estambul en marzo de 2022, semanas después del comienzo de la invasión rusa, pero las conversaciones fracasaron.

Putin advirtió que Moscú no extendería el acuerdo negociado por la ONU que ha permitido la exportación de grano ucraniano desde los puertos del Mar Negro cuando se renueve el próximo lunes, a menos que Occidente cumpla con las demandas rusas. Sugirió que podría suspender su participación en el acuerdo y reanudarlo sólo cuando los aliados acepten facilitar los envíos de alimentos y fertilizantes rusos.

Por su parte, el Pentágono de Estados Unidos anunció ayer que las bombas de racimo aprobadas la semana pasada como parte de un nuevo plan de ayuda militar valorado en 800 millones de dólares ya habían llegado a Ucrania. La información fue confirmada por Douglas Sims, director de Operaciones del Estado Mayor conjunto, en conferencia de prensa telefónica.

Estados Unidos informó que enviaría una versión de la bomba que tiene una “tasa de fallas” reducida, lo que significa que menos municiones más pequeñas fallan al explotar. Los proyectiles sin estallar, que a menudo ensucian los campos de batalla y las zonas civiles pobladas, provocan muertes no deseadas.