Hace poco te contamos la historia de un hombre que harto de escuchar el reguetón de su vecino a un volumen demasiado alto, decidió arrancar su medidor de luz, en lugar de denunciar a las autoridades por ser considerada ya como contaminación auditiva.
Ahora se dio a conocer la historia de un hombre que fue condenado a poco menos de dos años de cárcel por escuchar la música a un volumen más alto del permitido, considerándose ya como un delito medioambiental.
Más de 300 mil pesos de multa
Un hombre en Barcelona fue condenado a un año y tres meses de cárcel por un delito contra el Medio Ambiente, además de tener que pagar una multa de 18 mil euros para indemnizar a sus vecinos, a quienes molestaba con su música, con la que rebasaba los niveles legalmente establecidos por la normativa medioambiental.
Al acusado ya se le había dado un aviso por parte del concejal del Medio Ambiente del municipio de El Masnou, en Barcelona, sin embargo lo había ignorado, además de las visitas de la policía local. El ruido se oía desde la calle y el hombre se negó en varias ocasiones a abrir la puerta de su casa. "Era un 'bum bum' continuo", dijo uno de los policías.
Los vecinos sufrieron graves trastornos de salud
La música tan alta provocó graves problemas de salud a los inquilinos del edificio en donde vive el acusado, pues la mayoría ha debido someterse a tratamientos sedantes para conciliar el sueño.
Recuerda que, al menos en la Ciudad de México, la ley de Cultura Cívica capitalina, en el artículo 27 fracción III establece infracciones y multas contra los ciudadanos que perturben la tranquilidad de las personas por producir o causar ruidos que afecten la salud.
La multa va de 1 hasta 40 unidades de medida, las cuales van desde 89.62 pesos hasta tres mil 585 pesos, además de un arresto mínimo de 6 hasta 36 horas y trabajo comunitario.