Maryellen Noreika obstaculiza esquema de protección

Jueza de la era Trump “congela” pacto en favor de Hunter Biden

Se desata disputa entre la Fiscalía del caso y la defensa del hijo del presidente de EU, pese a negociación previa; el empresario se declara inocente y fijan plazo de 30 días para revisar este pacto para definir su futuro legal

Hunter Biden (centro), al arribar al tribunal de Delaware, ayer.
Hunter Biden (centro), al arribar al tribunal de Delaware, ayer. Foto: Reuters

El futuro legal de Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, quedó en el limbo luego de que su audiencia desatara una disputa por los alcances del acuerdo con los fiscales del Departamento de Justicia, por la que finalmente rechazó declararse culpable.

Al ingresar al tribunal en Delaware, el empresario de 53 años se dijo optimista al asegurar que estaba listo para admitir su culpabilidad como se acordó.

Sin embargo, todo cambió en cuestiaón de horas cuando la jueza Maryellen Noreika, nombrada durante la administración de Donald Trump, puso en duda la presunta protección o inmunidad para el integrante de la familia presidencial más cuestionado y polémico.

Al evaluar el pacto entre la defensa de Biden y los fiscales, la magistrada de la era Trump consultó a ambas partes de conformidad sobre la constitucionalidad del acto por dos cargos de evasión fiscal y la eliminación de uno por posesión ilegal de un arma cuando el acusado tenía problemas de adicción, en medio de múltiples críticas de la oposición.

De inmediato los involucrados cruzaron opiniones ante el riesgo de que el mayor de los hijos del mandatario fuera acusado a futuro por otros delitos, pues el equipo del hijo del inquilino de la Casa Blanca externó su molestia por la contradicción luego de que en junio pasado alcanzara un acuerdo en el que habría conseguido evitar un juicio y la cárcel al admitir su error y la responsabilidad por delitos de cuando enfrentaba una adicción a la cocaína, tema del que ha hablado en repetidas ocasiones.

El abogado del también consultor y banquero, Chris Clark, sostuvo que el pacto con los fiscales contemplaba la libertad condicional de su cliente luego de incumplir el pago de impuestos entre 2017 y 2018, pues liquidó su deuda, y la posesión de una pistola ilegal, bajo la consigna de alejarse de las armas y las drogas por al menos dos años, hecho que sería revisado.

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Pero su contraparte desmintió esa versión al referir que tal garantía como la declaró la magistrada no era parte del acercamiento, mientras que la jueza recriminó por querer una “ratificación al acuerdo” sin un verdadero análisis.

Y Clark asestó “no sé quien intenta hacer estallar esto”, según el diario The Washington Post durante un intercambio con la fiscalía, mientras Noreika esperaba en su despacho para conocer su decisión en un proceso que se alargó por tres horas, lo que recuerda las críticas de republicanos contra Hunter, quien desde la era Trump es acusado de beneficiarse por ser hijo de un exvicepresidente, hecho que se agravó cuando su padre asumió la presidencia en 2020, dos años después de que se abrió el caso.

Mientras sus críticos buscan aprovechar el tema en campaña, pues el mandatario busca la reelección para 2024, en la que enfrentaría al magnate Trump, si éste gana la candidatura conservadora.

Ante esta especulación, Hunter Biden optó por refrendar su inocencia en medio de la incertidumbre.

Y finalmente Biden sostuvo “no puedo aceptar el acuerdo de culpabilidad”, al reconocer que hacerlo abre la puerta a nuevas imputaciones al revivir el caso de posesión de armas, lo que va en contra de la negociación para no pisar la prisión, según información publicada por Reuters.

Sin embargo, no está todo definido. Pese al congelamiento, la jueza Maryellen Noreika fijó un plazo de 30 días para revisar el acuerdo y decidir si lo acepta.

En caso de una resolución adversa para Biden se estima que ambas partes busquen modificar el pacto si la magistrada lo admite.

Por lo que este caso se extenderá en campaña y podría ser usado por quienes respaldan a Trump, pues en el pasado se cuestionó la supuesta ventaja para el hijo del presidente, mientras que el magnate, acusado de mal manejo de documentos clasificados y falsificar registros comerciales, sí podría terminar en prisión.

Durante el proceso se acusó a la defensa de Hunter de engañar al secretario de la Corte para eliminar información clave, luego de que el Congreso estadounidense solicitara abundar en el pago al Servicio de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés), pero los abogados justificaron que fue un malentendido.

En tanto, el presidente no se pronunció al respecto, pero la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo a reporteros que, aunque es un tema personal, ése se ha manejado como un caso más; mientras tanto él como Jill Biden reiteraron su amor por Hunter.

Por separado, el fiscal general, Merrick Garland, desmintió un trato especial para Hunter tras reclamos de supuesta obstrucción del Departamento de Justicia. Y los demócratas afirmaron que la investigación, que comenzó desde la gestión pasada, se ha visto plagada de sesgo político, contrario a la postura republicana.