Alianzas rusas generan alertas en Ucrania ante el riesgo de que el régimen de Vladimir Putin adquiera más armamento, pese al bloqueo de Occidente.
Mientras los defensores resisten los embates en Zaporiyia y Sumi, se reveló que Moscú reforzó lazos con Kim Jong-un por la celebración del 70 aniversario de la Guerra de Corea. Y destaca que el también cuestionado régimen mostró un importante arsenal al enviado del Kremlin, el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, que incluye misiles balísticos, equipo que Pyongyang usa en constantes pruebas que han puesto en riesgo a Japón y Corea del Sur, y drones.
Ambas naciones enfatizaron que el acercamiento se centró en la seguridad y defensa regional, pero queda la duda de si Norcorea dotará de suministros a Moscú en medio de la guerra, pues Rusia se ha acercado a otros aliados como Irán para obtener aviones no tripulados para atacar el territorio ucraniano.
Pero ésta no es la única amenaza, pues se prevén despliegues del Grupo Wagner, pese a su deslinde del gobierno ruso.
A más de un mes de la fallida rebelión en Moscú, reportan que los mercenarios encabezados por Yevgeni Prigozhin, sigue reclutando aliados para combatir en territorio europeo. Y su próximo objetivo sería Polonia, como adelantó el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en torno a una excursión a Varsovia.
Ello obliga a vigilar posibles avances y pone en alerta a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Previamente, el gobierno polaco confirmó que reforzó su frontera desde que los mercenarios que huyeron de Rusia se instalaron en Minsk. Sin embargo, dicen Prigozhin estaría en Rusia, pues exhibieron que éste regresó por segunda vez a San Petersburgo desde que aceptó exiliarse; pero no se detallaron cuáles son los planes del exaliado de Putin.