Propone pacto de reconciliación en Perú

Perdón de Boluarte y furia en las calles

En el día de la Independencia de Perú, la presidenta ofrece que no habrá impunidad por muertes en protestas; afuera del Congreso escalan choques de la policía con manifestantes que exigen su renuncia

Manifestantes enfrentan a la policía, ayer, en Lima, a unas calles del Congreso. Foto: AP

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, volvió el viernes a pedir perdón ante el Congreso por los muertos en manifestaciones que pedían su renuncia durante los últimos meses, mientras que a pocas cuadras la policía arrojó bombas lacrimógenas a manifestantes que gritaban: “¡Dina asesina, el pueblo te repudia!”.

“Pido perdón, en nombre del Estado, a los deudos de todos los fallecidos, civiles, policías y militares y también a los heridos. No habrá impunidad para nadie en este caso”, dijo la mandataria durante su discurso por el día nacional y se comprometió, junto al resto de funcionarios, a cooperar con la Fiscalía.

La presidenta se dirigió al país en su primer mensaje oficial con motivo del 202 aniversario de la independencia, con diversos actos protocolarios. Su discurso de tres horas fue básicamente un recuento de los logros por sectores.

Boluarte afirmó que lideraba un gobierno comprometido con el respeto de los derechos humanos y propuso firmar un pacto de reconciliación con los que exigen su renuncia, sin entrar en detalles. Pero, al mismo tiempo, señaló que las protestas habían buscado “reemplazar nuestra democracia por una dictadura”.

Pido perdón, en nombre del Estado, a los deudos de todos los fallecidos, civiles, policías y militares y también a los heridos. No habrá impunidad para nadie en este caso 
Dina Boluarte <br>Presidenta de Perú

También reiteró que permanecerá en el cargo hasta 2026, luego que a fines de diciembre prometió adelantar las elecciones y así aplacar las protestas. En otro momento indicó que su prioridad era combatir la delincuencia y planteó modificar las leyes para expulsar del país a los extranjeros en caso de flagrancia.

Poco antes de entrar al Congreso, en que tradicionalmente se realiza el informe presidencial, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, pidió a la mandataria, sus funcionarios y a varios congresistas que acudieron a la catedral, justicia para decenas de fallecidos en las protestas de los últimos meses.

El religioso les pidió ponerse en la situación de las víctimas y analizar “nuestros desaciertos y los graves males en que hemos incurrido, incluidas, las muertes que esperan justicia y reparación”.

“Parece que no se dieran cuenta que nuestro pueblo existe, sufre y demanda cambios urgentes. Parangonando nuestra situación con el texto de Isaías, el pueblo que caminaba en las tinieblas, el Perú de hoy, todavía no ve la luz en esta situación concreta e histórica. Más bien, es un pueblo vejado y abatido como oveja sin pastor que siente el peso de la oscuridad y la confusión. En efecto, muy pocas veces hemos llegado a 28 de julio en una situación igual de incertidumbre, tensión y división política como la que hoy vivimos”, dijo.

Manifestantes se enfrentaron contra la policía a pocas cuadras del palacio del Parlamento donde la presidenta leyó su discurso. Los que estaban al frente de la muralla de policías usaron palos que fueron neutralizados por los escudos policiales y por decena de bombas lacrimógenas. También se observó al menos a un policía patear a una mujer manifestante.

La Defensoría del Pueblo informó que se realizaron movilizaciones, paros y bloqueos de vías en 21 provincias a nivel nacional, y confirmó que hasta el momento había seis heridos por los choques en Lima, cuatro civiles y dos policías.

Sin embargo, más tarde condenó las agresiones que sufrieron los periodistas que cubrieron la movilización, dos de los cuales resultaron heridos. La Asociación Nacional de Periodistas dijo que recibieron impactos de perdigones.