El asistente y cómplice del expresidente estadounidense Donald Trump, Carlos de Oliveira, compareció por ayudar a ocultar documentos clasificados en Florida y salió libre, al igual que el magnate que busca de nuevo la presidencia.
Un mes antes del primer debate entre los aspirantes a la candidatura republicana, el administrador de Mar-a-Lago, acusado de ordenar que se eliminaran los videos de seguridad de la mansión, se presentó ante la Corte de Miami vestido con traje azul para declararse inocente a unos días de que se destapara su participación en el caso, por el que su jefe enfrenta 40 cargos federales.
Sin embargo, su proceso quedó pendiente como ocurrió con el primer citatorio de Walt Nauta, el asistente de Trump que presuntamente escondió y movió las cajas almacenadas en habitaciones y hasta uno de los baños.
Según medios locales, al no contar con un abogado local, se retrasó la presentación de cargos, que se concretará hasta el próximo 10 de agosto como conspirador, según el juez Edwin Torres. Hecho que confirmó John Irving, el defensor que lo acompañó en el arranque de la impu-tación, al tiempo que se reemplazaron las acusaciones contra Trump y Nauta.
Con ello, el trabajador de 56 años continuará en libertad luego de pagar una fianza de 100 mil dólares y bajo la condición de no comunicarse ni con el exmandatario —que está en plena campaña como puntero conservador— ni con Nauta, así como entregar su pasaporte y no salir del estado, a la espera de conocer la evidencia en su contra.
Según estas pruebas, De Oliveira pidió al encargado de seguridad de Palm Beach y del club de golf en Nueva Jersey borrar las grabaciones de vigilancia por orden del “jefe” en su intento por obstruir la investigación al apuntar directamente, según un video, al servidor de almacenamiento y las cámaras del lugar. Acto que ocurrió tras una llamada de media hora con el exlíder de la Casa Blanca.
Pese a sus intentos, la Fiscalía revisó las grabaciones en las que se ve a Carlos y a Walt moviendo los papeles solicitados por los Archivos Nacionales, supuestamente tras un citatorio a los abogados del expresidente para devolver las páginas.
Esta situación desmiente al acusado, pues De Oliveira negó conocer esos documentos, al insistir ante las preguntas de los investigadores que nunca los había visto, por lo que ahora lo acusan de dar declaración falsa.
Al respecto, Trump, quien ofreció pagar la defensa de su cómplice, rechazó el intento de eliminar los videos. Sostuvo que su equipo legal entregó voluntariamente las cintas “a los matones de (Jack) Smith”, el fiscal especial, a quien ve como uno de los líderes detrás de la “cacería de brujas” en su contra.
Un día antes de la comparecencia de Carlos, el magnate negó el intento de interferir, al ironizar incluso que si lo hubiera planeado las autoridades no tendrían esas grabaciones en su poder.
Postura en la que lo respaldó su abogada Alina Habba, quien sostuvo que el exjefe de Estado nunca haría algo así y que en el juicio, previsto para marzo, se conocerá esta evidencia.
Pero la presión contra quien supera por 37 puntos a su más cercano competidor interno, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, según una nueva encuesta no termina, pues lo acecha otro caso legal.
Medios de EU insisten que es cuestión de tiempo para que sea acusado por su intento de revertir la derrota ante Joe Biden en 2021, que sepultó su segundo mandato consecutivo, especulación que creció desde que sus abogados se reunieron con el fiscal especial.
Incluso, Trump se dijo listo para enfrentarlo, al referir que “en cualquier momento saldrá a la luz la acusación del desquiciado Jack Smith”, pues nuevamente arremetió contra el fiscal que supervisa dos de sus casos. A través de Truth Social recalcó que éste es otro intento de impedir que compita en 2024.
Mientras que en Atlanta adelantan una imputación luego de que se desestimara un recurso del magnate para detener el proceso por sus planes para anular la certificación electoral, mientras aprovecha su crecimiento en las encuestas al sumar hasta 57 por ciento de la preferencia, según medios locales.
Previamente, la fiscal de distrito de Fulton, Fani Willis, adelantó que tras dos años de investigaciones “el trabajo está terminado”, con lo que se anticipa formalizar cargos contra quien lideró un supuesto complot para detener la certificación electoral con pruebas falsas, como una lista de electores ilegal, al presuntamente violar tres leyes como conspiración, intento de cometer fraude e interferencia global. A lo que se suma su presunta participación en el asalto al Capitolio del 2021, cuando incitó a simpatizantes a defender su supuesto triunfo.