El aspirante presidencial de Construye, Christian Zurita, aseveró que el asesinato del excandidato Fernando Villavicencio fue una reacción a su plan de acabar con el narcoestado en Ecuador, mientras persiste la violencia, pues a ocho días de ese crimen y en pleno cierre de campañas otro contendiente sufrió un ataque.
Tras denunciar amenazas de muerte por tratar de hacer realidad el proyecto del periodista, reivindicó su postura para frenar la violencia al afirmar que si gana la presidencia militarizará los puertos del país, como una manera de honrar la memoria de quien murió el pasado 9 de agosto por tres disparos a la cabeza.
“Fue asesinado porque dijo que militarizaría los puertos y vamos a militarizarlos”, externó en conferencia a la que acudió de nuevo portando chaleco antibalas, como desde que aceptó la nominación de Construye, pues una de sus prioridades es la seguridad, para poner fin a las guerras territoriales y contrarrestar el deterioro social.
Añadió que el objetivo es concretar el plan de Villavicencio, quien consideró que reforzar dichos controles era clave para frenar la violencia y lo contrario sería traicionarlo. Y es que con ese paso se cortarían las vías usadas por grupos del narcotráfico para enviar drogas a Estados Unidos y Europa, regiones con las que prevé colaborar para limitar aún más las operaciones de las bandas delictivas.
Y adelantó que contempla depurar a la Policía, mejorar sus equipos, crear las unidades antimafia y antiterrorismo y fortalecer la Inteligencia, pues en estos ataques también hay bandas globales.
Durante la plática precisó que en el crimen de su colega participó la mafia transnacional, pues los seis detenidos son colombianos, lo que revela la presencia de grupos extranjeros en el país, por lo que mantiene una escolta ya que las amenazas que recibió Construye amagan que “vamos por todos”.
Zurita exhortó al gobierno colombiano a colaborar para esclarecer el crimen, en el que ya participa el Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) y dar con todos los que orquestaron el atentado, previo a las elecciones que adelantó el presidente Guillermo Lasso ante una crisis política.
E insistió que depurará a la Policía si llega al poder y hará que ésta responda a las interrogantes por el crimen de Fernando, luego de denunciar que el comandante general de la Policía, Fausto Salinas, fotografió a la víctima acribillada.
Pero éste desmintió tajantemente las acusaciones al aclarar que, además del respeto que le tenía, jamás se atrevería a tal agravio contra el periodista al que siguió profesionalmente.
El líder de la corporación tachó de infundada su versión y lo instó, si tiene pruebas, a aportar información de tales hechos para “abrir una causa administrativa”, al tiempo que recalcó que sus fuerzas apoyan a la Fiscalía para dar con los autores materiales e intelectuales de ese acto atroz en Quito que envolvió en una ola de violencia a Ecuador y obligó a redoblar la seguridad para los comicios con más de 50 mil efectivos.
Pues también se reportó que más de 900 cámaras monitorearán centros de votación el 20 de agosto para reforzar la seguridad de funcionarios y electores.
Y es que la violencia no cesa y a sólo tres días de las elecciones el cierre de campaña del candidato presidencial Daniel Noboa, de Acción Democrática Nacional, se vio opacado por una balacera en Durán, una de las zonas más violentas.
“Acaban de atentar contra la caravana en la que nos movilizamos”, narró el contendiente a quien también se le ha visto usando chaleco antibalas tras presuntamente recibir amenazas contra su integridad. Y anunció en redes sociales que él y su equipo salieron ilesos, no sin antes advertir que, pese al “amedrentamiento y miedo”, no frenará sus actividades, pues el objetivo es llegar al poder para cambiar a Ecuador.
Sin embargo, la Policía y el Ministerio del Interior rechazaron el riesgo al descartar un ataque directo contra el exasambleísta, incidente que fue captado por simpatizantes de Noboa, quienes compartieron videos del momento en que se oyen las detonaciones y ciudadanos corren a esconderse o para acercarse al vehículo en el que iba el aspirante.
En pronunciamientos por separado, autoridades coincidieron que no hubo indicios de que la caravana fuera el blanco de los disparos, pero de igual modo se replegaron equipos de seguridad, mientras siguen las investigaciones para determinar el origen del tiroteo que avivó el miedo por la violencia contra políticos.
