En Perú

Encuentran al que podría ser el animal más pesado conocido hasta la fecha

El reinado de la ballena azul como el animal más pesado podría estar en peligro; el ejemplar hallado data de hace aproximadamente 38 millones de años

Este podría ser el animal más pesado conocido hasta la fecha.

El reinado de la ballena azul como el animal más pesado podría estar en peligro, pues el animal que fue encontrado pudo llegar a pesar 340 toneladas, comparado con un peso promedio de 150 toneladas de la criatura actual. Se ha encontrado el fósil de una ballena, Perucetus colossus, que data de hace aproximadamente 38 millones de años, podría haber sido más pesada aún.

De acuerdo con un estudio publicado en Nature, la especie Perucetus colossus pesaba entre 85 y 340 toneladas. El estudio describe el análisis de 13 vértebras, 4 costillas y un poco de pelvis. Su mejor estimación es que la ballena pesaba alrededor de 180 toneladas. Esta masa sería el resultado no solo de carne y grasa, también de unos huesos, que eran grandes y muy densos, una adaptación evolutiva que lo ayudó a bucear.

La ballena Perucetus colossus probablemente vivió en áreas costeras poco profundas, lo que significa que se habría sumergido con aire en los pulmones, lo que dificultaría mantenerse en el fondo sin algo de lastre, razón por la cual podría haber desarrollado huesos tan pesados.

“A diferencia de la evolución de un nuevo órgano o sistema respiratorio – explica el líder del estudio, Eli Amson -, parece relativamente fácil para los animales agregar o eliminar tejido óseo con el tiempo. De hecho, los huesos de la ballena estaban tan agrandados que parecían hinchados, casi como globos inflados.

El estudio describe el análisis de 13 vértebras, 4 costillas y un poco de pelvis.

Los restos se encontraron en un depósito rico en fósiles llamado Formación Pisco, en el desierto de Ica, una zona costera de Perú. Inicialmente, el paleontólogo y coautor Mario Urbina, ni siquiera estaba seguro de que fueran huesos. De hecho, invitó al experto Rodolfo Salas-Gismondi quien comenzó a analizar los huesos allá por 2012.

“Mario me dijo: 'Encontré una cosa, una cosa gigante, y tal vez sea importante, pero no lo sé. Me mostró el fósil en la pared de una colina – afirma Salas-Gismondi -. Los huesos carecían de la estructura porosa y esponjosa de los huesos típicos. Parecían rocas. No fue hasta que se analizaron bajo un microscopio que confirmamos que en realidad eran huesos”, señaló.

La extracción de las gigantescas costillas y vértebras del duro sedimento llevó años. Se hicieron cerca de 20 expediciones: en cada una de ellas, como mucho, recogíamos dos vértebras debido a su peso y su tamaño. Pese a todas las pruebas, los autores del estudio son cautos.

“Se trata de un contendiente al animal más pesado – concluye Amson -. Se requieren muchos pasos para extrapolar el peso de un ser vivo completo a partir del de un fósil. En este caso, se desconoce la forma de la cabeza porque aún no se ha encontrado su cráneo. El animal probablemente tenía bastante grasa, pero ¿exactamente cuánto? Por ahora solo podemos especular con las pruebas que tenemos en la mano”, mencionó.

Con información de La Razón España.

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