La enfermera británica Lucy Letby fue declarada culpable por el asesinato de al menos siete recién nacidos que estaban bajo su cuidado en un hospital de la región Chester, en Gran Bretaña.
A más de 10 meses de que comenzara su juicio, la Fiscalía demostró la responsabilidad de la empleada de 33 años en la muerte de dos niñas y cinco niños —entre ellos dos hermanos trillizos—, a quienes asesinó entre 2015 y 2016, pese a que la acusada y exempleada de la unidad neonatal en el Hospital Countess of Chester no se presentó al proceso legal.
Tras una larga deliberación del jurado, la mujer también fue hallada culpable de seis cargos por intento de homicidio. Se identificó que trató de matar a otros seis niños con el mismo modus operandi, pero éstos sobrevivieron, pese a que los envenenó al suministrarles sustancias que complicaron su estado de salud sin que los médicos identificaran la causa. Cabe destacar que entre los testimonios que escuchó el jurado están los de algunas madres que perdieron a sus hijos, quieren relataron la pesadilla que fue enterarse que quien debía cuidarlos fue quien los mató, incluso frente a ellas.
Siempre soñó con trabajar con niños
La investigación contra Letby, comenzó en 2018 cuando el hospital abrió un expediente en su contra al sospechar que tenía relación con las sorpresivas muertes de menores completamente sanos, por lo que fue enviada a trabajo administrativo sin sentirse vigilada, pues le hicieron creer que el objetivo era evaluar a sus compañeros y determinar si éstos eran competentes.
A la par, el hospital dio cuenta a la Policía local por el aumento inexplicable de decesos de bebés desde que llegó a la clínica, hecho que aparentemente ella no sospechó mientras seguía laborando en ese lugar.
Y tras un largo proceso la enfermera titulada en 2011 y quien afirmó que siempre soñó con trabajar con niños fue detenida al descubrir que les inyectó insulina y hasta leche vía intravenosa o directamente en el estómago. Pero las autoridades creen que pudo dañar a decenas de bebés, pues comenzó su carrera casi cinco años antes de levantar sospechas por su conducta criminal.
Ante esta declaración la mujer se enfrenta a una pena de cadena perpetua, mientras se indaga en registros de más de cuatro mil para determinar si se le puede relacionar con más crímenes.
DAN