El calendario electoral del expresidente Donald Trump rumbo al 2024 se ve abrumado por temas legales, pues una jueza federal fijó la fecha de su juicio por “extorsión criminal”, el tercero que enfrentará en un plazo de 80 días y que arranca un día antes del “supermartes”, cuando 15 estados elegirán al candidato republicano a la Casa Blanca en Estados Unidos.
A unas semanas de formalizar esta imputación por cuatro cargos federales en su intento de anular la elección de 2020, la magistrada Tanya Chutkan reveló que el proceso comenzará el próximo 4 de marzo, hecho que aprovechó el magnate para exponer una “interferencia electoral” porque ella lo odia y el gobierno de Joe Biden intenta bloquearlo.
Tras escuchar los argumentos del abogado John Lauro para retrasar la cita hasta 2026, Chutkan —considerada una de las juezas más estrictas en Washington— rechazó el planteamiento, pues sería alargarlo más de dos años. Y aclaró que siete meses son suficientes para revisar la evidencia y ningún acto legal está a expensas de la “agenda” de un imputado, sin importar quién sea, descartando un trato preferencial al magnate, postura similar a la de la fiscal de Fulton, Fani Willis, quien lo acusa de delitos electorales.
“La fecha del juicio no depende de las obligaciones personales o profesionales del acusado”, refrendó al ratificar que Trump y su equipo legal tendrán hasta el primer trimestre de 2024 para analizar todo el material, pues el público tiene derecho a una “resolución rápida” por ser un tema de interés nacional, por su relación con un ataque a la democracia y por tratarse de un exjefe de Estado.
Sin embargo, el aspirante republicano no quedó conforme, pues sólo se extendió dos meses el plazo, originalmente previsto para enero, para hacerlo coincidir con el asalto al Capitolio, una de las peores consecuencias por las acusaciones sin sustento de que el entonces presidente fue víctima de un fraude.
A través de su cuenta de Truth Social, Trump arremetió contra ella y el fiscal especial del caso, Jack Smith, al advertir que esta medida muestra los intentos de los aliados de Biden de obstaculizarlo e interferir en la carrera presidencial.
Por lo que aseguró que apelará la decisión de una fiscal que lo “odia”.
Su objetivo es retrasar dichas acciones bajo la justificación de que su equipo goce del tiempo para revisar un “volumen” importante de pruebas en su contra, según declaraciones de la defensa, y recordó que dicha evidencia se basa en un informe “fascista” del Comité legislativo que lo investigó al dejar el Poder. Incluso, instó a Smith a usar su autoridad contra los “verdaderos mentirosos”, quienes presuntamente destruyeron pruebas ligadas a la insurrección.
No obstante, el magnate no adelantó una fecha para que se realice el juicio, luego de que hace unos días canceló la conferencia en la que supuestamente revelaría un expediente con el que sería exonerado por la tercera imputación en su contra, al reiterar que es víctima de una persecución política.
Pero en este camino, en el que busca la Casa Blanca, no todo le resulta favorable, pues su negativa a participar en el debate conservador del pasado 23 de agosto, pegó en su preferencia electoral.
Aunque sigue como el favorito para la nominación, su inasistencia lo hizo perder seis puntos al colocarse con 50 por ciento de apoyo, de acuerdo con una encuesta de Emerson College Polling publicada por Bloomberg.
Además, un comparativo de Associated Press y el Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos muestra que tanto él como Biden son vistos como políticos viejos, pues de ganar el primero llegaría de 80 años, lo que para algunos analistas abre la puerta a imponer un tope de edad para futuras elecciones.
Pero los calificativos para el magnate son más negativos al ser identificado como líder “corrupto”, “narcisista”, “mentiroso” y “deshonesto”, evidenciando que el cúmulo de 91 cargos por cuatro impu-taciones en Nueva York, Florida, Wa-
shington y Georgia —la única local—, parece cobrarle factura por su insistencia en decir que fue víctima de un fraude, como lo reiteró al salir de la cárcel de Fulton.
Y siguen los obstáculos en su agenda electoral, pues en Georgia se programó su lectura de cargos el próximo 6 de septiembre por “extorsión criminal”, a menos de dos semanas de su entrega y foto policial, que aprovechó para recaudar millones de dólares, monto con el que financiará sus actos de campaña y hasta defensa, luego de desembolsar 200 mil dólares para seguir el proceso en libertad.
Sin embargo, no está obligado a acudir y podría enviar únicamente a sus abogados o hacer una declaración de inocencia de manera virtual.
Previamente, uno de sus aliados Mark Meadows, su antiguo jefe de gabinete, continuó con su estrategia para cambiar el caso de tribunal y ayer en una audiencia se mantuvo firme para que éste sea llevado a una Corte federal, hecho que respaldan otros coconspiradores al argumentar que no se trató de un acto político o malintencionado.
Incluso, acusó que en Georgia se intenta criminalizar la asesoría legal y expuso “errores” de supuestos cómplices o hechos ligados a los planes de la supuesta “empresa criminal” para revertir el resultado en Atlanta que favoreció a Biden. Sin embargo, su estrategia no rindió frutos, pero el juez Steve Jones programó otra audiencia en tres semanas.
“Es más antiinmigrante DeSantis que Trump”
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, “es más antiinmigrante” que Donald Trump, por lo que recurre a balandronadas, actos chafas, corrientes y politiqueros para ganar la Presidencia en Estados Unidos, aunque en las encuestas apenas tiene 14.7 por ciento de las preferencias, afirmó el primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
“Este señor, DeSantis, quiere rebasar por la derecha a Trump y por eso parece más antiinmigrante que Trump. Pura publicidad, politiquería, muy corriente, barata, chafa”, aseguró, en respuesta a las declaraciones del gobernador, de enviar fuerzas especiales a México para combatir a los cárteles de la droga.
Durante la conferencia mañanera, consideró que este tipo de señalamientos obedecen a que DeSantis se encuentra abajo en las encuestas para competir por la Presidencia estadounidense.
“Tenemos ya que irnos, lamentablemente, acostumbrando a estas balandronadas, porque vienen elecciones en Estados Unidos; entonces, tanto de un partido como de otro van a estar haciendo cuestionamientos a México; unos más, otros menos”, dijo.
López Obrador opinó que, como estamos en temporada de elecciones, hablan de intervenir en asuntos que corresponden a México, de no respetar nuestra soberanía e insultan, pero no hay que tomarlos muy en serio.
En el diálogo circular, exhibió una encuesta en la que el gobernador de Florida tiene 14.7 por ciento en la intención del voto para la contienda interna de los republicanos frente a 40 por ciento que tenía al inicio de este año; en tanto que Trump aparece a la cabeza, con 52 puntos.
“Resulta que el señor DeSantis, de acuerdo con la información que aparece en los medios de Estados Unidos, se lanzó con una estrategia antiinmigrante y no le fue bien, y en vez de rectificar, sigue con lo mismo y se sigue hundiendo porque no levanta, con todo respeto; vean las encuestas”, expresó.
López Obrador dijo que los connacionales que viven en Estados Unidos saben que no votarían por Ron DeSantis cuando abandera una propuesta antiinmigrante. En tono irónico, declaró que, seguramente, tiene como publicista a Claudio X. González hijo.
“Miren cómo empezó, aquí estaba, casi pegado a Trump. A lo mejor tiene de publicista a Claudio X. González hijo.Pero, miren, empieza con esa política antiinmigrante en Florida y no cambia, 14 por ciento. Entonces, eso explica, pero no sólo en el caso de DeSantis, hay otros casos”, enfatizó.
Más adelante, recordó el caso del gobernador de Texas, Greg Abbott, quien también aspira a la candidatura presidencial en Estados Unidos y que ordenó la colocación de boyas flotantes y alambrada de púas.
“Es lo mismo de las boyas del gobernador de Texas; afortunadamente, ya las retiraron a su territorio, porque nos estaban invadiendo, y hay una queja en el Poder Judicial de Estados Unidos, que presentó el mismo presidente (Joe) Biden en contra de esta decisión, que no corresponde a un gobierno porque tiene que ver con política exterior”, apuntó.
López Obrador refirió que los candidatos estadounidenses a la presidencia piensan que la política antiinmigrante extrema les ayudará electoralmente, “aunque siempre ha sido inhumano y truculento. A lo mejor antes sí engañaban a ciudadanos y les daba votos”, finalizó.