Ante la dudas sobre la condición médica del líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, quien sufrió una segunda parálisis en un evento público, éste fue sometido a una evaluación médica, pues no sólo preocupa su salud por su avanzada edad sino su capacidad para continuar en el cargo.
El parte médico tras el polémico momento en que se congeló determinó que el político de 81 años revela que “está medicamento autorizado par continuar con su agenda según lo planeado”.
No obstante, el doctor Brian Monahan precisó que su condición puede ser común al recordar que el congresista originario de Kentucky se recupera de una conmoción cerebral que sufrió en abril pasado tras una fuerte caída, misma que lo alejó de sus actividades legislativas e insistió que no hay motivo para cambiar su agenda, pues también fue revisado por un equipo de neurología.
En la evaluación que el especialista compartió un día después de la nueva crisis de McConnell recalcó que ante estos antecedentes su lapsus en el que estuvo más de 10 segundos sin reaccionar ante unas preguntas de la prensa se podría relacionar su condición a una posible deshidratación, hecho que se corrige fácilmente. Y es que ésta es la segunda vez que sufre un episodio de este tipo en igual número de meses, pues en julio pasado también se pasmó por momentos durante una conferencia, lo que obligó a su equipo a retirarlo de las cámaras.
Asimismo, se reveló que el congresista sufre mareos constantes, mismos que atribuyen a la conmoción, hecho por el que algunos líderes en el Senado analizan un relevo en el mando republicano, pues además de los estamos que sufre McConnell que ponen en duda su capacidad de seguir liderando un puesto de esa magnitud recalcan que lleva 16 años como su líder y podría ser momento para protegerlo. Hecho que también se cuestiona la población, pues la edad promedio en el Senado es de 64 años, y más de 60 por ciento de la ciudadanía se dijo preocupado de que muchos de sus representantes son muy mayores, de acuerdo con datos de Reuters.
JVR