El líder de la organización extremista Proud Boys, Enrique Tarrio, fue sentenciado a 22 años de prisión por conspiración sediciosa en Estados Unidos, la mayor pena hasta el momento contra los imputados por el asalto al Capitolio de enero de 2021.
Aunque la Fiscalía solicitó hasta 33 años en la cárcel como uno de los principales orquestadores de la insurrección o complot para defender el supuesto triunfo electoral del entonces presidente Donald Trump ésta se redujo casi una tercera parte, pues la parte acusadora refrendó que con estas acciones se fija un precedente para quienes intenten replicar el asalto al Capitolio ante un posible descontento tras los comicios, justo a casi un año de las próximas presidenciales, en las que que mandatario Joe Biden va por un segundo mandato.
Sin embargo, supera la de otros líderes ligados al peor golpe democrático en la región como Stewart Rhodes, fundador del grupo Oath Keepers, quien hace unos meses fue sentenciado a 18 años, y los 17 años impuestos contra Joe Biggs también de Proud Boys.
Durante el juicio, el ultraderechista de 39 años a quien las autoridades describen como un “propagandista elocuente” rogó por piedad, pues la pena propuesta era casi su edad actual, y recordar que gran parte del asalto él ni siquiera estuvo en el Capitolio.
También ofreció una disculpa a los policías que defendieron el recinto legislativo durante la escena que calificó como una “vergüenza nacional”, según declaraciones recogidas por Associated Press.
Asimismo, reconoció que su intención jamás fue tratar de manipular el resultado electoral, uno de los cargos que enfrenta Trump en Washington y en Georgia por sus planes para revertir la victoria de su rival, el ahora presidente Joe Biden.
JVR