Ucrania renovó su estrategia militar contra Rusia para “liberar la tierra” e impulsar la lucha anticorrupción al oficializar a Rustem Umerov como ministro de Defensa.
A 561 días de la guerra el presidente Volodimir Zelenski presentó al nuevo mando en la conmemoración del Día de la Inteligencia Militar al recalcar que este sector es crucial para debilitar a Rusia y a la vez fortalecer la capacidad de su defensa ante el terror del enemigo. Acción en la que dependen del respaldo aliado por las armas, equipo y recursos a la espera de su adhesión a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En un discurso ante la cúpula castrense el defensor encomendó a Umerov, extitular del Fondo de Propiedad Estatal, reforzar la contraofensiva para mantener la recuperación metro por metro de territorios amenazados por Moscú, en medio de la reciente sacudida, por la destitución de Oleksi Reznikov.
Y enlistó cinco prioridades contra las fuerzas de Vladimir Putin, mientras ese régimen busca convencer al mundo de la anexión con las primeras elecciones ahí, por lo que apuntó por garantizar el máximo nivel de transparencia, al sostener que en esta guerra tanto soldados como sociedad en resistencia deben confiar en sus fuerzas, y adelantar una reforma para simplificar procedimientos, con miras a un “reinicio” defensivo.
“La guerra continúa y la confianza es lo que puede fortalecer al ministerio”, externó convencido ante comandantes y soldados, a quienes condecoró al insistir que no se cansará de agradecer “su heroísmo” contra el invasor.
Pero lamentó que la invasión siga costando vidas, pues también hubo preseas póstumas, momento que aprovechó para puntualizar a sus soldados que todos son imprescindibles. Precisó que desde el día 1 son el pilar ofensivo y su esfuerzo tiene gran valor para el Estado, pues son los que mantienen a flote la soberanía y los responsables del éxito ante el rival.
Por ello, el líder llamó a apropiarse de cada ejemplo positivo en el campo de batalla para extenderlo a otros escenarios e intensificar su poder en pos de la liberación total y la seguridad nacional.
Los cambios entre sus Fuerzas Armadas también contemplan ascensos como el del jefe de Inteligencia de Defensa local, Kirilo Budanov, a quien otorgó el rango de teniente general, por su guía en las comunicaciones para identificar los planes del rival y frustrarlos.
Por separado, Umerov se comprometió a acatar la consigna, pues además de erradicar la corrupción, la meta “es la victoria. Debemos hacer todo lo posible para acercarla cuanto antes”.
Para ello, adelantó, que abrirá conversaciones con la comunidad global para crear más acuerdos y ampliar la geografía aliada, sin precisar a qué naciones se aproximará, pero siguiendo en la misma ruta negociadora de Reznikov, clave para obtener tanques y cazas de combate.
En torno a estos avances, gobiernos afines reconocieron el cambio gradual de la contraofensiva con cientos de kilómetros cuadrados recuperados.
Estados Unidos, cuyo secretario de Estado, Antony Blinken, recorrió por segundo día zonas devastadas por Moscú, aplaudió la “extraordinaria resistencia” a más de 18 meses de la invasión, especialmente luego de atestiguar de primera mano los embates del enemigo como el atentado contra un mercado en Donetsk, que provocó la muerte de 16 personas, según una corrección del gobierno local.
En esa misma tónica, la OTAN resaltó que el ejército de Kiev sigue ganando territorio no sólo a nivel local sino mundial. En este conflicto ya desbancó al de Moscú al convertirse en el segundo más fuerte, según declaraciones del secretario del organismo, Jens Stoltenberg, al ensalzar la importancia de continuar con el respaldo a las tropas de Zelenski.
Al evaluar los resultados a casi dos meses de la contraofensiva, el líder de la alianza precisó que hay progresos visibles. Aunque éstos no avanzan al ritmo deseado, como admitió el propio Zelenski, Stoltenberg recalcó que ya rompieron las líneas enemigas y recuperan hasta “100 metros por día”, lo que implica que el Kremlin está perdiendo terreno.
No obstante, no hay claridad sobre el fin del conflicto, cronograma en el que apuntó que en una guerra a esta escala hay días buenos y días malos, pero parecen más favorables para Kiev.
Y recordó que, aunque muchos estimaban que sólo resistiría días o semanas, lleva 18 meses peleando con un régimen invasor, mientras mandos locales dijeron que la prioridad de fuerzas se ubica en regiones como Zaporiyia, Donbás y Odesa, que son las que más ataca el rival en los últimos días, debido a la cercanía con la frontera y de Crimea, el primer territorio que Moscú arrebató a Kiev.