Norcorea y Rusia reforzaron su relación al adelantar una cooperación militar ante lo que el invitado ve como “lucha sagrada” sin mencionar ni a Ucrania, invadido por el Kremlin, ni a Occidente, con el que ambos regímenes mantienen disputas.
Luego de días de expectación ante el riesgo de un suministro de armas y una escalada en la invasión, los mandatarios Kim Jong-un y Vladimir Putin mostraron sus ambiciones para obtener algo del aliado y ampliar su relación bilateral con un encuentro que tuvo como sede el cosmódromo de Vostochni y se prolongó por cinco horas, según agencias asiáticas.
Ahí, luego de recorrer la principal base de lanzamiento de cohetes, donde el anfitrión mostró la tecnología rusa y su equipo espacial de 40 metros, Kim enfatizó a su homólogo “siempre estaré del lado ruso” al resaltar que esa potencia vencerá a su enemigo y comprometerse con la seguridad estratégica regional.
Con ello, el líder de Pyongyang alertó a los aliados de Ucrania, ante un inminente intercambio militar, pese a las constantes advertencias de repercusiones desde Occidente si accede a dotar de misiles y artillería al invasor.
Y es que, además de reconocer los avances tecnológicos de éste, aplaudió la operación militar de su ejército, al que describió como poderoso, contra el supuesto Estado nazi de Volodimir Zelenski y los esfuerzos para castigar la hegemonía y el imperialismo, en alusión directa al choque de ambos con el gobierno de Joe Biden por la carrera armamentista y el aislamiento de dichos regímenes.
Aunque no hubo adelantos sobre acuerdos específicos, se dijo que esta reunión podría ser sólo la antesala de una amplia negociación, pues en el encuentro también participó el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu.
El ejército y pueblo rusos obtendrán una gran victoria en la lucha sagrada por el castigo de un gran mal que reclama hegemonía y alimenta una ilusión expansionistaKim Jong-un, Presidente de Norcorea
Fuentes extranjeras recordaron que este nexo destapa la intención de ambos de intercambiar lo que al otro le falta: Moscú busca ampliar sus reservas tras más de 560 días de combates, mientras que Pyongyang aspira a dar el siguiente paso en su programa satelital, luego de que fracasaran dos intentos, que rivales confundieron con disparos balísticos.
Al respecto, Putin aseguró a la prensa local “por eso vinimos aquí”, al cosmódromo, al garantizar un empuje satelital a su socio. Y adelantó que su homólogo visitará fábricas de aviación militar y civil en Komsomolsk.
Por lo que se anticipan más reuniones tras el Foro Económico de Vladivostok, pues el visitante llegó con una extensa comitiva militar, aunque Rusia calmó el furor mundial al sostener que su aliado llegó con interés en mejorar la cooperación no sólo en el ámbito de seguridad, sino educación y salud, lo que recuerda que Moscú creó una de las vacunas contra el Covid-19 —aunque ésta no cuenta aún con respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS)—.
Con los reflectores sobre su alianza, los regímenes afianzaron su amistad con una comida en honor a quien retornó a Rusia tras cuatro años.
Kim brindó por la salud de Putin y por el triunfo de éste en la guerra al asegurar que su “ejército y pueblo obtendrán una gran victoria en la lucha sagrada por el castigo de un gran mal que reclama hegemonía y alimenta una ilusión expansionista”, en abierta crítica al orden mundial que proclama Occidente y al reiterar que Putin es un “viejo amigo” y la relación entre sus naciones es “inmortal”.
Al cierre de esta edición, Norcorea formalizó la invitación para que Vladimir viaje a su territorio, según la Agencia Central de Noticias Norcoreana (KCNA, por sus siglas en inglés), aunque no se reveló una fecha, que sería parte de una entrega secreta de equipo militar.
En tanto, Estados Unidos lanzó una última advertencia a Jong-un ante la falta de claridad sobre el apoyo bélico.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Biden, John Kirby, insistió que no tolerarán que arme al invasor al sentenciar que debe atenerse a las consecuencias, pues además de violar el derecho internacional facilita los crímenes de un régimen que mata a civiles desde febrero de 2022, pues incluso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó que perpetró un ataque portuario al día.
Por ello, Occidente enfatizó que no dudará en sancionarlo si hace el intercambio en la mayor amenaza global. Y agregó que otros aliados también preparan medidas si Pyongyang ignora sus llamados.
Y EU añadió otro factor de choque a la reunión, pues medios locales reportaron que la gestión de Biden aprobó la venta de cazas de combate a Corea del Sur, ante las constantes amenazas de Norcorea con lanzamientos de misiles contra la alianza de Seúl con Washington, por atentar contra la estabilidad asiática.