Un bebé de un año falleció tras ser expuesto a fentanilo por sus cuidadores cuando se encontraba en una guardería en Nueva York.
Todo empezó cuando el personal del centro ubicado en El Bronx tuvo problemas para despertar a tres menores después de una siesta el pasado 15 de septiembre. De inmediato solicitaron ayuda al 911 por temor a que se tratara de algo grave, pues los pequeños no respondían, lo que movilizó a policías y paramédicos a la escena.
Ya en la escena los paramédicos reportaron que los pequeños, de dos años, un año y ocho meses, respectivamente, se encontraban inconscientes, lo que hizo sospechar de contaminación por monóxido de carbono o que se encontraban bajo el influjo de alguna droga, por lo que les suministraron Narcan, medicamento usado comúnmente en una sobredosis.
Dos de los menores reaccionaron, pero el pequeño Nicholas ya no respondió, por lo que la Policía notificó el deceso, mientras que los otros sobrevivientes fueron trasladados a un hospital, uno de ellos en condición crítica. Ahí se determinó que fueron expuestos a fentanilo tras análisis de orina; horas después se reportó que otro menor que se encontraba en el mismo inmueble fue hospitalizado por síntomas similares.
Tras los hechos la dueña de la guardería, Grui Méndez de 36 años, y su pareja, Calisto Acevedo de 41 años, a quien presuntamente pertenecía la droga, fueron detenidos y la Policía revelo que tras una inspección en el inmueble se aseguró un kilogramo de fentanilo, que estaba escondido en un armario, y que enfatizaron puede ser mortal incluso en pequeñas dosis, hecho por el que el Departamento de Seguridad Nacional admitió que esta droga se convertirá en la mayor amenaza para el país el próximo año.
De acuerdo con medios locales los presuntos responsables se enfrentan a más de una decenas de cargos, entre ellos, homicidios involuntario, posesión de droga y negligencia en la muerte de un menor.
AM