El ex presidente italiano Giorgio Napolitano, un líder de izquierda que ayudó a guiar a su país a través de una crisis de deuda en 2011, murió a los 98 años, se informó el viernes.
Napolitano también forjó una estrecha relación con el difunto Papa Benedicto XVI y fue una de las pocas personas a las que se les advirtió antes de la sorpresiva renuncia del líder de la iglesia católica en febrero de 2013.
El despacho de la primera ministra Giorgia Meloni, que confirmó la noticia, expresó las condolencias del Gobierno italiano a la familia de Napolitano.
La presidencia italiana suele ser mayoritariamente ceremonial, pero Napolitano utilizó su autoridad a finales de 2011 para evitar una crisis nombrando al ex tecnócrata de la Comisión Europea Mario Monti para encabezar un gobierno tras la renuncia del primer ministro Silvio Berlusconi en una disputa sobre recortes de gastos.
Dos años más tarde, rompió otro impasse cuando instaló una gran coalición bajo el mando del político de centroizquierda Enrico Letta después de unas elecciones parlamentarias no concluyentes.
Napolitano asumió la presidencia en 2006 y fue elegido para un segundo mandato de siete años -un hecho sin precedentes- en 2013. Renunció en 2015, aludiendo a su avanzada edad.
Durante una carrera política que comenzó a principios de la década de 1950, fue elegido miembro del Parlamento italiano y europeo y se desempeñó como ministro del Interior y presidente de la Cámara baja.
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Leo