La Unión Europea (UE) ratificó su respaldo indiscutido a Ucrania al trasladar su reunión de Exteriores a Kiev y desafiar a Rusia al sostener que sus misiles “no nos intimidan”, según declaraciones del líder diplomático del bloque, Josep Borrell.
En un inédito encuentro por primera vez fuera de la UE, los ministros de las 27 naciones viajaron de sorpresa al país invadido para mostrar, igual que Estados Unidos, que siguen firmes en su apoyo militar y económico a Volodimir Zelenski, mientras crecen las dudas sobre financiar a los defensores y se abren más fisuras entre europeos por las reticencias de Polonia, Hungría y Eslovaquia, donde ganó la elección un líder prorruso, a enviar armas.
Ahí, Borrell mandó una señal directa al régimen de Vladimir Putin: “No nos intimidan por sus misiles o drones”, pese a que no hicieron público el viaje por motivos de seguridad; sin embargo, el grupo aprovechó la visita en una de las regiones devastadas por los constantes bombardeos.
Zelenski reconoció la valiente acción al agradecer el apoyo “inquebrantable” de Europa, que sigue entrenando a sus militares, y enfatizar que en esta guerra la cooperación ganará sobre Moscú, pues insistió que la victoria de su ejército depende de sus aliados, a 19 meses del conflicto.
Además, el mando ucraniano adelantó que su gobierno pondrá en marcha las siete condiciones fijadas por la Comisión Europea para su adhesión. “Estará preparada para iniciar las negociaciones” dijo al señalar que éstas comenzarán este mismo año.
Aunque la reunión en Kiev no sugiere un cambio radical en la política de la UE, deja en claro que el apoyo ya enfrenta dificultades con más frecuencia por las preocupaciones internas en ese continente, previo a la época más crítica: el invierno.