En una acción histórica la Cámara de Representantes destituyó a su presidente, Kevin McCarthy, tras el choque con el ala radical republicana por supuestamente aliarse con los demócratas para evitar el cierre del Gobierno de Joe Biden y renegociar el gasto anual en secreto.
De manera irónica, un día después de que el trumpista Matt Gaetz presentó la moción de anulación los extremistas requirieron del bando opositor para echarlo y con 216 votos (208 de la bancada opositora) contra 210 le cobraron que les diera la espalda en su intento por bloquear al Ejecutivo, confirmando la amenaza de que su liderazgo tenía las horas contadas sin apoyo partidista.
Sólo siete conservadores respaldaron el plan de vacancia, pero la mayoría rival fue determinante para su remoción al admitir que éste perdió su confianza.
Dicho sector adelantó al avanzar el acto que no lo “salvaría”, al justificar que los republicanos debían zafarse solos de su propia “guerra civil”, aprovechando la crisis para colocar a un aliado en el segundo cargo en línea presidencial, detrás de la vicepresidenta Kamala Harris.
Así, McCarthy se convirtió en el líder del Congreso con la gestión más corta. No completó ni 10 meses tras sustituir a la histórica Nancy Pelosi luego del ascenso polémico con hasta 15 rondas, pese a arrebatar la mayoría en la Cámara baja a la oposición en las intermedias de 2022, pues ni su partido confiaba en su carácter en temas para confrontar a Biden.
Quienes respaldaron la moción, cinco de ellos proTrump, recalcaron que McCarthy incumplió promesas de inicios de año al ir contra prioridades de la bancada en apoyo al exmandatario, al enfatizar que Kevin prefirió acercarse a los oponentes que al avalar en el día límite una extensión de 45 días para alcanzar el consenso y garantizar el financiamiento en seguridad fronteriza al rebajar el apoyo a Ucrania en plena guerra.
Tras desatar lo que unos ven como otro “caos”, Gaetz minimizó el impacto que tendrá esta decisión y aseveró que hizo lo correcto, pese a que no goza de liderazgo en la fracturada bancada.
En tanto, luego de evadir a la prensa, el removido sostuvo que no se arrepiente de la resolución en el tema del gasto.
Justificó que como líder su deber era garantizar un acuerdo y ante el impasse optó por mantener las operaciones de la nación incluso si necesitaba de los demócratas para darles al menos por un mes más para lograr el consenso.
Incluso MCarthy enfatizó que no siempre es fácil hacer lo correcto, en franca crítica a los rebeldes, al tiempo que aclaró que no se postulará de nuevo al cargo, mientras varios aliados aplaudieron su postura civilizada, pues él destacó que ahora se abre paso a “sangre nueva”.
En tanto, congresistas ya barajan nombres rumbo a la sucesión, tema en el que aún tiene mano McCarthy, pues la decisión será a partir de una lista que hizo al tomar las riendas del Poder Legislativo. Para ello el Congreso ya designó a un interino: Patrick McHenry.
Su tarea será liderar la renovación, idealmente en menos rondas que la última vez; pero se toman su tiempo, pues se prevé que tal plan comience hasta el próximo 11 de octubre, según medios locales, tema que beneficia a los demócratas para recuperar el control de la Cámara, pues Jeffries confía en que los republicanos se alejen de los extremistas del Make America Great Again.
Y McCarthy no se guardó nada contra los demócratas. Lamentó que éstos avalaran la moción en vez de hacer valer la institucionalidad, en su intento por romper con el liderazgo rival en una de las Cámaras.
Mientras que Trump dio señales tibias de un freno a la moción. Desde el tribunal de Nueva York, donde enfrenta un juicio por fraude, el magnate regañó a los suyos. “¿Por qué los republicanos siempre están peleando entre ellos?”, dijo en un mensaje en Truth Social y agregó que éstos deberían apostar por confrontar a la “izquierda radical”, a la que acusa de destruir al país previo a las elecciones.
Pero el exmandatario lucha por sus propios problemas. Ayer el juez Arthur Engoron, al que tachó de “desquiciado”, lo silenció para evitar más ataques contra personas vinculadas a la demanda civil por inflar en valor de sus empresas.
Sin aludirlo directamente, el magistrado impuso una orden para evitar que siga su estrategia de confrontación tanto en el tribunal como en redes sociales tras difamar a su secretaria personal. Dicha situación obligó al magnate a eliminar un mensaje en su plataforma luego de arremeter en repetidas ocasiones contra el juez y la fiscal estatal, Letitia James.
Hunter definende inocencia
A la par a los choques republicanos, Hunter Biden, hijo del actual presidente, se declaró inocente de tres delitos graves.
Luego del fracaso de un acuerdo previo con el que evitaría la prisión, recalcó que no es culpable de la supuesta compra ilegal de un arma mientras luchaba con una fuerte adicción al crack.
Y tras una nueva audiencia sus abogados adelantaron que van por desestimar la acusación para evitar penas contra quien podría enfrentar una sentencia de hasta 25 años tras las rejas, según la suma de las penas máximas por cada uno de los cargos. Dicho proceso también incluye multas por hasta un cuarto de millón de dólares.