Un presunto yihadista del Estado Islámico mató a dos suecos en Bruselas, Bélgica, lo que elevó al máximo la alerta terrorista en la capital nórdica tras la fuga del agresor, mientras la Fiscalía indaga el doble crimen que ligan a una presunta venganza musulmana.
El sospechoso, identificado como Abdesalem Al Guilani por la prensa local y quien hasta el cierre de esta edición sigue prófugo, abrió fuego con un “arma de guerra” contra ciudadanos a sólo cinco kilómetros del estadio que albergó el partido eliminatorio de Eurocopa entre Bélgica y Suecia.
En un video captado por un testigo se observa al agresor de 45 años, quien viste una chaqueta naranja fosforescente y chaleco reflejante, a bordo de una moto antes de abrir fuego indiscriminadamente contra varias personas en la calle, acto en el que asesinó a dos personas, una de ellas portaba la playera de su selección, e hirió a un taxista, a quien reportan fuera de peligro medios locales.
En la grabación se escucha al tirador reivindicarse como integrante del grupo islámico al tiempo que grita en árabe “vivimos por nuestra religión y morimos por nuestra religión. Alá, gracias”, pero ése no fue el único video del sospechoso, pues mientras las autoridades le seguían la pista otros ciudadanos publicaron imágenes del sujeto con la llamativa ropa paseando en una patineta eléctrica en Bruselas en un intento de provocar a las autoridades al evidenciar que está dispuesto a morir por su causa.
Sin embargo, Al Guilani no fue detenido, pese a que ciudadanos intentaron guiar a la Policía para dar con él, en medio del peligro de que ocurran ataques antisemitas derivado del conflicto entre Israel y Hamas.
En tanto, el primer ministro belga, Alexander de Croo, externó sus condolencias a las familias de las víctimas: “Estoy siguiendo de cerca la situación junto a los ministros de Justicia e Interior desde el Centro Nacional de Crisis”, reveló al instar a la población de Bruselas a “estar atenta”, pues el sospechoso sigue libre y no es momento de salir de casa.
Hecho por el que la titular del Interior, Annelies Verlinden, dijo que ante este acto aún se busca al responsable, quien se fugó, mientras que el evento deportivo fue suspendido y dejó encerrados por varios minutos a miles de fanáticos a la espera de evacuarlos, aunque varios desconocían el riesgo que se vivía afuera.
Poco después el Servicio de Seguridad de la nación confirmó que se optó por elevar a 4 la alerta en la capital, el máximo, pues en los últimos meses la región pasó de objetivo legítimo a una prioritario para grupos terroristas, pero a nivel nacional se mantiene en tres.
Ello muestra presuntas represalias de yihadistas que amenazaron a Suecia por la quema de su libro sagrado, el islam, lo que aumenta el riesgo de enfrentar un atentado a gran escala.
Dicha situación revive un acto similar registrado en 2016 cuando un doble ataque en la estación de metro de Maelbeck y en el aeropuerto de Zaventem dejó un saldo de 32 fallecidos y más de 300 heridos, lo que obligó a reforzar medidas de vigilancia y restricciones.