A días de que se cumpla un mes desde que estalló la guerra entre Israel y Hamas el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió con el líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás a quien prometió apoyo con vías a terminar esta guerra.
En una visita sorpresa a Cisjordania, en medio de un fuerte operativo de seguridad, el enviado del presidente estadounidense Joe Biden recalcó su interés en rebajar las tensiones y reducir el impacto de este conflicto a los civiles con la creación de pausas humanitarias, mientras en la Franja de Gaza ya suman nueve mil 770 muertos y mil 400 en Israel.
Por ello, en su viaje a Medio Oriente adelantó un plan para ayudar a la población, pues consideran que estas pausas, que promueven otros gobiernos y organizaciones a nivel mundial, son la clave para “recuperar a los rehenes”, según declaraciones que dio a la prensa.
A través de redes sociales compartió imágenes del encuentro y resaltó que ya hay acciones para restablecer los servicios esenciales en Gaza, pues tras los embates y la decisión del Gobierno de Netanyahu de restringir el agua y la electricidad, la región ya no cuenta con esos insumos y ha sufrido tres apagones que afectan a las comunicaciones al dejarlos sin Internet.
Sin embargo, su encuentro desató protestas en reclamo por el apoyo de Estados Unidos a Israel, para recordar a Blinken que su país también tiene sangre en las manos por los bombardeos israelíes contra el grupo terrorista y sus bases militares que han alcanzado hospitales, campos de refugiados y múltiples viviendas.
En tanto, Abás reconoció la postura de Washington y llamó a acelerar esta ayuda humanitaria en Gaza para aliar el sufrimiento de su pueblo ante el “genocidio” de las últimas semanas a causa de una “guerra destructiva. Y denunció: “No hay palabras para describir la guerra de genocidio y la destrucción que está sufriendo nuestro pueblo palestino en Gaza a manos de la maquinaria de guerra israelí”.
Pero en este tercer viaje a Medio Oriente en menos de un mes, Blinken también acudió a Irak, a donde llegó portando un chaleco antibalas, según imágenes compartidas por agencias. Ahí se reunió con el primer ministro, Mohammed Shia al-Sudani y visitó la embajada de su país en ese territorio, luego de múltiples protestas en sus instalaciones en la región, lo que obligó a desalojar algunas o reducir al mínimo a su personal por temas de seguridad. Asimismo, comentó ante los periodistas que recientemente cruzaron 100 camiones con ayuda humanitaria a la Franja.
DAN