Ante las críticas por un estancamiento en la respuesta a Rusia, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió que sus fuerzas armadas preparan una nueva estrategia.
Sin dar detalles sobre el campo de batalla, rechazó esa situación y aclaró que su equipo está más motivado que antes para acabar con el invasor y romper este “punto muerto”, pues mientras el rival cree que los desgastó y podría aprovechar que el mundo está más pendiente de Medio Oriente los suyos buscan sorprender al Estado terrorista.
Y aseveró en entrevista con la cadena NBC que será hasta que echen a los rusos cuando se active una posible diplomacia con el Kremlin, proceso en el que también habló de las futuras elecciones en Estados Unidos, su principal proveedor de armas, al sostener que ni el aspirante republicano Donald Trump tiene el poder de terminar con esta guerra, como ha prometido reiteradamente.
Ante esto pidió a Washington más ayuda militar para sus militares y advirtió que si no se detiene a Rusia ahora esa potencia se verá obligada a enviar soldados en un futuro para combatir en una guerra de mayor escala en Europa, poco después de que su homólogo estadounidense, Joe Biden, solicitara al Congreso miles de millones de dólares en fondos para reforzar la defensa de Kiev, apoyar a Israel y a aliados en la región Indo-Pacífico; sin embargo, los republicanos sólo avalaron el plan de ayuda para Benjamin Netanyahu.
Por separado, la Unión Europea (UE) recalcó su apoyo a Kiev. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen aseguró que la ayuda es esencial, porque se lucha por la libertad, la democracia y el futuro del continente. Asimismo, la líder prometió endurecer aún más las sanciones contra Moscú hasta que Ucrania restablezca una paz justa a más de 20 meses de la guerra.